miércoles, 14 de abril de 2010

EN LA TRASNOCHADA 16 (María Jesús Mayoral Roche)


Villamayor de Gállego, 12 de abril de 2010

En la Trasnochada, después de apagar el televisor, cierro los ojos y las imágenes se suceden, una tras otra. La televisión nos bombardea tanto que a veces somos incapaces de reaccionar, nos dejamos arrastrar por esa riada de información más fuerte que nosotros. No deberíamos ponernos ante la TV sin ojos críticos, es más, se necesitan ojos críticos para verla.

Me considero una amante de la estética y la oferta televisiva, en general, no me gusta; cada vez me parecen menos profesionales los que están delante y detrás de las cámaras. Ante la cámara hay que dar la imagen, la talla en todos los sentidos. Se ha puesto de moda salir a la calle cámara al hombro y perseguir a la gente alcachofa (micrófono) en mano; luego manipulan la imagen, las palabras y cuanto pueden. Los periodistas se han convertido en auténticos siervos de quienes dirigen la televisión para la que trabajan. Pero todo es susceptible de empeorar y en esto se llevan la palma los programas en directo; el que va cámara en ristre se regodea en mostrarnos lo menos bello, por decirlo de alguna manera. No pretendo ofender a nadie, pero seré más precisa. Se trata de ir en busca del personaje más grotesco, de captar el gesto más inoportuno, de detener la imagen en la gente peor vestida o con defectos físicos. Otras veces, ¡horror!, ponen voz a los personajes: indocumentados que sueltan lo primero que se les ocurre o pobres con pocas luces que apenas saben expresarse. El caso es acercarnos la fealdad, lo más zafio del ser humano.

Haciendo una valoración de todo esto, da la sensación de que corren malos tiempos para los guapos y que la vulgaridad se impone. Pondré un ejemplo vivido. Hará unos dos veranos, se presentaron en mi pueblo las cámaras de TVE para pedir opinión a la gente y recorrer sus calles. El broche final al reportaje lo puso el clásico rústico con boina calada hasta las cejas que, como apenas ve, lleva gafas -como se dice vulgarmente- de culo vaso. El caso es ridiculizar al pueblo y a la gente. Pondré otro ejemplo todavía más representativo: la retransmisión de la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar. Esto va para nota. La representación zaragozana, vestida de regional en imágenes, hay momentos en que llega a ser espeluznante. No sé a qué es debido ese empeño en detener la imagen ante la gente peor vestida, peor peinada, peor maquillada; además de mostrar lo más rutilante en nylon, en cachirulos con greñas, baturras con gafas de sol y la indumentaria regional más desfasada. Nunca veo en TV a toda esa gente bien vestida, bien puesta, esa gente que lleva el traje regional con dignidad y orgullo, que se esmera en el peinado y en los pequeños detalles. Las cámaras jamás acercan el objetivo a esos mantones antiguos para ver de cerca el bordado, no muestran una joya, un peinado en condiciones. El colofón a estas retransmisiones lo ponen los comentaristas, es como si estuvieran en una reunión de amiguetes donde cada uno va y echa la suya.

Suelo ver poca televisión; pero hará dos meses con motivo de no sé qué fiesta en no sé qué pueblo se metieron en los fogones –otra moda la de meter la cámara en las cocinas- de un restaurante. El cocinero tenía una pinta “total”. Me pareció recién salido de una caverna, un ser tosco y primitivo donde los haya; sin embargo la cámara parecía encantada de haberlo conocido. Hace unos años esto era inconcebible. A tipos así los afinaban y cuando se veían en TV se reconocían a sí mismos hasta más guapos. Los menos agraciados tienen derecho a mejorarse, más en estos tiempos que hay tantos trucos y productos para afinar los rasgos. En este caso el colofón final lo ponen los de fuera, esa gente que viene de visita a nuestra ciudad y ve nuestra televisión. ¿No teníais nadie más feo para sacar? Ahí queda eso.

Aquí queda plantada la fotografía de la torre de mi pueblo, lo más bonito de Villamayor de Gállego. La imagen con la que deberían haber cerrado el programa de la Uno de TV. Como dice Azulenca, esa televisión sin anuncios y sin sustancia.

martes, 13 de abril de 2010

JAVI

CRÓNICA PRIMAVERAL (Por Azulenca)


El lunes de Pascua vestida de rojo pasión, a Leire (Pajín se entiende) le devolvieron la voz en el Telediario. Esta vez llevaba aprendida la lección y la soltó de carrerilla, como un papagayo, en su estilo de siempre, por supuesto; concluyó diciendo que las palabras se las lleva el viento, esta orea soflama iba dirigida a los dirigentes del P.P. En este país todo se lo lleva el viento o pertenece al viento. Y como el viento lo arregla todo, lo mejor que podía hacer el viento es llevarse a esta cuadrilla de politicastros.

Después de la Pasión viene la Gloria, por eso esta semana ha sido doblemente gloriosa. Mientras se esperaba con expectación las nuevas cifras del paro, aumentando como siempre; nuestro Zp proponía todo un proyecto de futuro: el cochecito eléctrico. El cochecito eléctrico va bien para el Scalextric, pero no para una España que se hunde; aquí necesitamos una barca fueraborda o en su defecto una patera. Caso Gürtel y el tesorero Bárcenas, esto querían preguntarle a Mariano; persecución de Mariano, Mariano se escapa, Mariano no dice nada y sólo cuando Bárcenas dimite para no salpicar al P.P; sólo entonces, Mariano se coloca detrás de un micro, se siente aliviado con la noticia, ahora sólo necesita Trombocid para evitar el hematoma. Hemos superado con creces la España de charanga y pandereta, ahora estamos viviendo en la España del disparate. Toca hablar de paro y se habla de cochecitos, toca hablar de escándalos y se van a Andalucía para retratarse y rememorar la carta hecha añicos por Don Manuel. Esa carta en la que Aznar presentaba su dimisión. ¡Qué vigor Don Manuel rompiendo la carta! Los años no pasan en balde y ahora a Don Manuel lo transportan en silla de ruedas, seguro que es oficial, lo de Fraga es oficial de toda la vida. Lo triste es oírlo hablar, se ha convertido en una momia parlante con subtítulos. Los de la tele son así; a Leire cuando les interesa la dejan muda y a Don Manuel le ponen subtítulos para que lo entendamos.

¿Y del Pacto de Zurbano, qué? Mucho palacio, mucha mesa, muchas palabras y escasos resultados, como siempre. Veinticuatro medidas, veinticuatro chorradas: después de Grecia irá España, conviene estar preparados.

Otra de Bibiana para la igualdad: suprimir los cuentos de Blancanieves, La bella durmiente y La cenicienta, los acusa de ser sexistas. Pues nada, nada, que fomente la “literatura manga” que iremos manga por hombro. A ella sí que deberían suprimirla, suprimirla por bobezna. Que hagan una colección de cuentos Bibiana; los títulos los pongo yo: La ministra tonta, La miembra ministra, Bibiana necesita un mapa. Una heroína como Bibi daría mucho juego en un cómic. En la primera viñeta Bibi aparece con un mapa para situarse, en otra con unos posavasos dando consejos, en otra con unas pastillitas, en otra con una ley… Toda una vida edificante para hacer cuentos.

La construcción está parada, casi todo en este país está parado; pero el pelo de José Bono sigue creciendo. A Bono le crece la renta, los pisos y los negocios con los semovientes le van viento en popa. Ahora dice que se le olvidó declarar La Hípica Almenara, más 300.000 euros al año le dejan los caballitos. El secreto de Pepe Bono es bendecirlo todo, eso debe ser…

El miércoles al cine. El Escritor. Ni me tensó ni me pareció trepidante, ni nada. De no saberlo, uno no se imagina que haya sido dirigida por Polanski. Hay dos pequeños detalles que para mí son errores de bulto; pero eso sólo pueden percibirlos los que han publicado libros. Tema, lo que se dice tema, hay; pero yo esperaba mucho más. Las actuaciones de Pierce Brosnan y Ewan McGregor tampoco me parecieron estelares, les faltaba garra en ambos casos; pero eso es cuestión de dirección. Lo dicho, esperaba más de esta película.

viernes, 9 de abril de 2010

A la manera de Kavafis (Antonio Envid Miñana)


No digo: “Iré a otras tierras, a otros mares.
Buscaré una ciudad mejor que ésta,
Porque ya sé que en todas he fracasado” (*).

Por mucho que me invites a navegar hacia el Oriente
En busca del reino que para mi está destinado
Aquí por siempre quedaré.


Saldrán todos los trenes, partirán todos los barcos,
Mas no el mío.
Quedaré por siempre en esta ciudad levítica y provinciana.

Aquí he soñado alguna vez
Y mis raíces se hunden en sus plazas.
Pues yo también soy levítico y provinciano.




 
 
 
(*) Puede verse una antología de Constantino Kavafis en Balconcillos, incluído el poema al que remite el presente de Antonio Envid: La ciudad.

jueves, 8 de abril de 2010

RE(A)SIGNACIÓN (Servando Gotor)

Úrsula pasa muchas horas frente al espejo, pensando, contemplando distraída su tez blanca, la melena rubia sobre los hombros; y los ojos, esos ojos tristes de mirada resignada. “Resignación” –recuerda-, eso decía mi abuela materna que había que tener: mucha resignación… y adaptación al medio. Su abuela era darwinista y anticlerical. Claro, que la paterna, que presumía de católica, apostólica y hasta romana (“romana” de Los Monegros), también decía lo mismo: hay que conformarse con lo que Dios nos da. Y le hablaba de Job y su paciencia: “Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendito sea el Señor”. Sin embargo… sin embargo no puedo–insiste Úrsula-: es ya demasiada la carga que arrastro con este cuerpo que no me pertenece.

Y se acuerda de Toño. A Toño, cuando era todavía una niña, ya le llamaban Toño, vestía vaqueros, decía tacos, escupía asquerosos japos y jugaba al fútbol. A los diez, cuando el Chuchín ensayó un primer acercamiento sexual hacia ella por poco le vomita en la cara. A ella le gustaba la Yoli, qué guapa la Yoli. La Yoli quería ser enfermera, y Toño su único paciente. Luego, cuando vino la regla, decidió que aquello no podía seguir así. Y al cumplir los quince le pidió a su madre como regalo una operación de pechos. Qué imbécil, con lo bonitos que los tienes. Mami, que lo que quiero es deshacerme de ellos. Jesús, María y José. Total, que pidieron un préstamo, le quitaron los pechos y se sometió a un tratamiento hormonal… Qué ilusión su primer bigote moteado por la espuma de la primera caña, difuminado por el humo de una buena faria. Porque Toño tenía que fumar farias, muchas farias, como sus abuelos. Al fin consiguió la ansiada reasignación de sexo. Y ahora Toño, don Antonio, es todo un señor que fuma puros y va los domingos al fútbol con su almohadilla bajo el brazo (sí, como sus abuelos).

Ay, Úrsula, y sin embargo tú… Para tu fealdad no hay reasignación que valga. Lo tuyo es sólo resignación. Nada más. Y vuelve a mirarse en el espejo. ¿Por qué? ¿Por qué Toño sí y yo no? Porque en la vida no todo tiene arreglo, Úrsula, por eso.

Y el médico del pueblo, aunque se autoproclamaba vanguardista, sonrió: “la vejez iguala a guapos y feos”. Incluso le dio un consejo de un dramaturgo italiano: Úrsula, no te aflijas, “nuestro hoy está condenado a parecer mañana una simple ilusión”. Vaya frasecita, tenía miga. Pero le recordó a sus abuelas y arremetió contra el doctor: oiga, yo he venido aquí para una reasignación, no para una resignación. Y él: Úrsula, soy médico, sólo médico, no puedo hacer milagros, quizá, quién sabe, quizá si hubieras venido antes, de más niña… pero ahora ya es tarde, demasiado tarde. Cierto que has nacido en un cuerpo equivocado: uno cincuenta de estatura no se corresponde con tu mente. Y la cara, también es verdad: tu “face” no habría tenido remedio ni siquiera entonces. Hazme caso: la felicidad no sé en qué consiste, pero sé que el dolor lo produce la insaciabilidad de un absurdo inconformismo. Además… además también tienes tus atractivos, algo confusos, sí, nebulosos quizá, pero los tienes. Mira, mírame a mí, fíjate: tampoco mi cuerpo se corresponde con mi mente. Yo tengo cabeza de un playboy millonario de veinticinco años, ¿sabes? Y sin embargo la vida me ha deparado el cuerpo de un pobre, de un humilde médico de pueblo que envejece. Los veinticinco sólo los tuve una vez.

Úrsula se mira al espejo y, a veces, disfruta con su hermosa melena rubia reposando brillante sobre unos hombros perfectos y entonces descubre ese atractivo algo nebuloso y confuso, quizá, pero atractivo al fin. Y su mirada. También su mirada triste es bonita.



(El Comarcal del Jiloca, 02/04/10)

miércoles, 7 de abril de 2010

EN LA TRASNOCHADA 15 (María Jesús Mayoral Roche)


Villamayor de Gállego, 6 de abril de 2010

En la trasnochada la luz se alarga, vamos hacia el verano. Las propuestas turísticas despegan en mitad de la crisis; aunque la oferta que va a batir el record este año va a ser el Camino de Santiago, todos a ganar el Jubileo. En esta trasnochada voy a contar mi peregrina experiencia, más inhumana que divina.

Tengo una “amiga” obsesionada por hacer el Camino de Santiago una y otra vez, para ella es una meta espiritual desde que se leyó el libro de Shirley MacLaine, en el que relataba sus vivencias haciendo el Camino de Santiago. Le emocionó tanto aquella lectura, que se empeñó en que me lo leyera. No pude terminarlo. Opino que las experiencias espirituales jamás deben contarse; este es el primer principio. De hecho los más grandes profetas de la historia no dejaron nada escrito: Buda, Jesucristo. Añadir, que lo que nos relata Shirley MacLain es un cuento de ciencia ficción a lo bestia que no aporta nada nuevo, salvo la fantasía. Reconozco que soy una mujer de fe, pero nunca me he sentido atraída por el Camino de Santiago. La vida del peregrino es muy dura y eso de pasar penurias y estar a expensas de los rigores climáticos no me va, tampoco me va dormir en albergues ni llevar cargas a la espalda. No obstante, esta “amiga” fascinada por el libro de la MacLaine, me convenció para hacer un tramo del camino: Somport-Jaca, el más duro.

Quedamos un viernes por la tarde en la antigua estación de Agreda para ir a Jaca en autobús. Mi sorpresa fue mayúscula al verla aparecer cayado en mano, con la vieira colgada de la mochila y toda una serie de distintivos peregrinos en los aparejos que llevaba. Nunca la había visto de esa guisa. Lo cierto es que aquella presentación me pareció poco seria. A eso de las tantas de la noche llegamos a un albergue que hay en Somport, un alma nos abrió la puerta, nos cobró y pasamos allí la noche. En cuanto amaneció nos echamos al camino, porque aquello era echarse al camino; meterse entre el fango y las ovejas, cuesta abajo y en ayunas. Un montañero apareció y mi “amiga” con gran regocijo le dio los buenos días del Camino. Él contestó secamente que no hacía el camino, que él hacía senderismo. Llegamos a Canfranc y desayunamos en un bar, poco rato, a mi amiga se le enfriaban los miembros y luego no podía caminar. Aquello comenzaba a no gustarme, eso no era lo que me había contado del camino, no era lo convenido. Esas no eran las condiciones que yo había puesto y ella había aceptado. Cada uno conoce sus limitaciones y yo conozco las mías, yo no puedo correr o ir a marchas forzadas, y cuando ando necesito comer. Pues bien, a marchas forzadas llegamos a Villanúa. Los pies, que en la vida me habían ocasionado problemas, me pedían auxilio: estaba machacada. Mi “amiga” daba por sentado que esto me iba a pasar; aunque eso no era lo que ella me había contado. Como estimó que yo estaba mal y que no podía seguir andando, ella decidió seguir adelante a su paso sin decirme más. Yo, como pude, seguí adelante sola. Ni un alma en el camino y las flechas del Camino mal indicadas. En aquellos momentos me sentí desfallecer y me preguntaba si era posible lo que me estaba pasando, si era real. Me di cuenta de que estaba completamente sola y que cada paso era un dolor. Entretanto mi “amiga” había desaparecido. Después de perderme, como pude, llegué a Castiello de Jaca; allí estaba mi “amiga espiritual” sentada en una piedra comiéndose un melocotón. Le pregunté si íbamos a comer en Castiello y me respondió que ella se daba por comida y que se iba a Jaca para reservar sitio en el albergue. Para terminar de adornarla, añadió que cogiera el autobús para ir a Jaca y que una vez allí preguntara dónde estaba el albergue. Valoré la posibilidad de cabrearme y estimé que no iba a servirme de nada, preferí tomarme aquel suceso como una lección más que nos da la vida. Pero en cuanto llegué a Jaca le dije: lo siento no puedo seguir, mañana me voy a Zaragoza.

Esta es mi experiencia del Camino de Santiago. Decir que se me cayeron las uñas de los pies y que durante dos años colearon las secuelas de este episodio en mis dedos. Desde entonces todos estos seres superiores que se declaran espirituales me dan miedo. Lejos de lo que se pueda pensar no dejé de ser amiga de este ser espiritual, todo un ejemplo de ir a su bola.

martes, 6 de abril de 2010

CRÓNICA PASCUAL (Por Azulenca)


Los períodos vacacionales suelen ser aburridos en noticias. Playas, carne tendida al sol, procesiones, cera, pasos, saetas y alguna referencia vaticana. Los políticos se han ido de vacaciones y lo único que importa es el tiempo, la ocupación hotelera y el tráfico.
´
Pero siempre hay algo que contar. Tere Fdez de la Vega, disfrazada de madrastra de Blancanieves, se ha ido a Haití de vacaciones. Tremenda la imagen de la Vicepresidenta menos Vice con los pelos revueltos y tiesos ante las cámaras, tras su efigie, a modo de decoración institucional la bandera española y la bandera comunitaria junto a unas palmeras, de lo más relajante. Esta forma de hacer turismo solidario que tiene la Vice llega más al bolsillo del contribuyente que al corazón de los telespectadores: un turismo solidario que pagamos entre todos. Mientras Tere ejerce de mujer solidaria, Zp se va a descansar a Doñana, nada de procesiones y mucho relax, familia y tortillas de camarones, por lo visto va ciego perdido por comer tortillitas. Espero que la ingesta de estos crustáceos y unos días de descanso le alivien en medio de la zozobra que el país vive gracias a su mala gestión. ¿Se imaginan a Zp devorando tortillas de camarones?

Últimamente me fijo, bueno, no sé si me fijo o más bien las cámaras muestran algo más la figura de los criados de La Moncloa. Otros que descansarán después de tanto trajín abriendo y cerrando puertas, de paso, aprovecharán para quitarse ese uniforme que les confiere esa pose envarada de siervo que sirve a un gran señor. Sería interesante hablar con ellos, seguro que tienen muchas cosas que contarnos. Servir a un ser supremo como Zapatero, casado con una mujer tan solemne como Sónsoles, progenitores A y B de dos hijas góticas da para escribir una novela de terror.

Y mientras la Vice hace turismo solidario en Haití y Zp come tortillas de camarones en Doñana, los presos cubanos han decidido morir de hambre en la cárcel antes que vivir sin libertad. Pero en España los de la pandilla de la Zeja, esos que tanto apoyaron a Aminatu Haidar, no han querido saber nada de estos pobres cubanos que están muriendo de hambre para llamar la atención al mundo de que el régimen castrista viola los derechos humanos. Está claro que hay activistas de primera a los que dan premios y homenajes, y por el contrario hay activistas de segunda que se declaran en huelga de hambre en las cárceles cubanas y aquí nadie dice nada. Aquí cada uno ve lo que quiere ver, lo que le interesa ver.

En estas últimas semanas se me está quedando cara de haba cuando veo el Telediario de la Uno, esa televisión sin sustancia y sin sentido. No recuerdo si fue el Jueves o el Viernes Santo, cuando oigo la noticia de la creación de una cofradía laica que titulan “quince más uno”. A ver, que me lo expliquen, cómo se digiere una noticia así. A este paso y con tanta noticia laica vamos a acabar con conmoción después de cada Telediario.

Como no puedo digerir tontadas así, para hacer terapia me fui a comer a un buen restaurante que quiero recomendarles. Garum. En la calle Andrés Piquer nº 8 (Zaragoza). La carta ofrecía menú degustación y me incline por esta elección, todo un acierto. Después de una comida opípara, regada con un buen vino, las cosas se ven de otra manera. Pero las tontadas siguen siendo tontadas, aunque lo diga el Telediario.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...