martes, 13 de marzo de 2012

LAS VIDRIERAS DE FRAUMÜNSTER (Antonio Envid)

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AEM

                                                               (dedicado a Isabel)

Chagall mira por la ventana y en lugar de los sucios tejados y las negras chimeneas de Paris ve revolotear el pájaro de la felicidad, que un día fue expulsado del paraíso con los humanos, buscando ansioso su alimento entre los ensueños, mientras Bella y él bailan un eterno vals de amor por un azul cielo anochecido al son del violín que tañe un músico sideral que salta por los tejados. Verdes caballitos en un carrusel celeste galopa por los sueños de un niño que se ha hecho adulto sin enterarse. El gato de humano rostro ríe de tan insensata felicidad. Fosfóricas cabras constelares triscan y brincan por las estrellas. Oh, pájaro voluptuoso recortado en un azul marino de cielo de escarchas y luna de hielo, día llegará en que la muerte codicie a la amada. Una luna-mujer, mujer-luna, recogerá en su frío regazo la desesperación del amante.


Ruso judío replantado en el agnóstico y confiado París no conociste persecución, pero el dolor de tu pueblo en Polonia te hará comprender la pasión de Cristo. Cuando ya anciano te encuentres por las recoletas, calladas y limpias calles provincianas de Zurich, habitadas por discretos banqueros y aburridos calvinistas, atentos al equilibrio del dinero y los sentimientos, atematizadores de cualquier extroversión de ambos, tu barroca poesía se romperá en ríos de luz y carnoso color. La mística de la sensualidad en medio de los severos lutos de Zwinglio.


La sobria iglesia Fraumünster de Zurich asomada con recato al doméstico lago ciudadano, que otrora fuera la sede de la poderosa abadesa señora de estos valles y luego refugio de hugonotes, mientras su rival la Grossmünster se erigía orgullosa en la catedra de la nueva fe protestante, se engalana en secreto con tres vidrieras que el judío Marc Chagall manufacturó para ella, verdaderas joyas de luz engastadas en tan ascético edificio dotándola de una inusitada y voluptuosa alegría.

 



Antonio Envid.


1 comentario:

  1. Gracias, Antonio

    Jeje, precioso, me encanta la manera de hilar que tiene los discursos (artículos, poemas, etc.).
    Uno más que le salió redondo

    De Pintura y un pintor... como no puede ser de otra manera, todo un lujo.

    Gracias
    Muchas gracias

    isabel

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