lunes, 26 de agosto de 2013

LO QUE CABE ESPERAR DEL JUEZ MÁS HONRADO (Servando Gotor)



Voy a empezar con un chiste.
Un niño está en casa haciendo los deberes de matemáticas y requiere el auxilio de su padre. 
-A ver, papá.
-Dime hijo.
-Ayúdame a resolver esto.
-Dime, dime…
-Se trata de hallar el máximo común divisor de…
-¡¡¡¿Pero aún no lo han encontrado...?!!! ¡¡¡Si lo buscaban ya cuando yo era niño!!! 
Bueno, pues con la Justicia (objetiva y con mayúsculas) pasa lo mismo:  siglos y siglos de Derecho, de Filosofía, de experiencia, de estudios, de saber, de mentes prodigiosas, pero el hombre aún no la ha encontrado, y me temo que no la encontrará nunca.
Claro, se supone que la función del juez es, o debe ser, precisamente esa: la de impartir justicia.  
Pero ya he comentado alguna vez que el fin del Derecho no es la justicia, sino algo mucho más modesto, cercano y humano: la paz social.  Que la sociedad funcione, ese es el objetivo.  Y que funcione de la mejor forma posible para todos.  Un fin mucho más limitado, pero mucho más humano y, por tanto, más real.
En definitiva, pues, el juez, más que impartir "justicia" lo que debe hacer es resolver conflictos de la forma más acertada, contribuyendo así a las máximas cotas de paz social.  Si, además, consigue ciertas dosis de lo que la mayoría entiende por justicia, esa Justicia objetiva y con mayúsculas que todavía nadie ha encontrado, mejor, por supuesto.
No hay deidades que nos visiten para resolver nuestros conflictos con sentencias perfectas, irreprocháblemente justas.  No, no las hay.  No hay sentencias divinas ni dioses que impartan justicia.  En su lugar sólo tenemos -nada más y nada menos- personas.  Y, más difícil todavía: personas que, lógicamente, ni siquiera presenciaron los hechos que han de enjuiciar.  Por lo que, en realidad, ni siquiera enjuician esos hechos sino las "versiones" de los mismos que las partes, mediante las pruebas, le hacen llegar.  Pero es que, aun en el caso de que los jueces tuvieran el don divino de la ubicuidad (espacial y temporal) y en el acto del juicio pudieran trasladarse al lugar y al momento en que se produjeron los hechos para presenciarlos de manera directa y personal…  aún así, la propia interpretación de lo que se ve, se oye, se escucha, se prueba y hasta se huele, es subjetiva, parcial e imperfecta. Y voy a poner el más claro ejemplo de esto: el árbitro de fútbol.  O mejor el de varios árbitros que ven la jugada conflictiva en diversas tomas de vídeo, desde diversos ángulos y perspectivas y con tantas repeticiones como crean oportunas. Bueno, pues ni aún así llegan a veces a la misma conclusión, ni al mismo veredicto. Y hasta a cada uno, a él solo, en su interior, le asaltan serias dudas personales sobre lo que están viendo.

Por tanto, la primera premisa que debe presidir nuestra relación con un juez es esta: que estamos ante un ser humano y, que como tal y con tales limitaciones, ha de resolver el conflicto que le planteamos.  No esperemos más. Bueno, sí, sí podemos esperar algo más: que, incluso como tal persona, puede incurrir e incurrirá en más de un error.   Como tú. Como yo.

Servando Gotor




47 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo Servando.
    También, todas las personas que rodean al conflicto, antes de llegar a un juicio, tienen muy desarrollada la capacidad de crear paz, negociando.

    La responsabilidad es nuestra, de cada uno.


    Ángel

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    1. El problema de buscar la paz social es que por el camino se puede hacer trizas el ideal de justicia. Pienso en expropiaciones caprichosas, o en indemnizaciones miserables, donde los damnificados ven como sus derechos se ven pisoteados por conceptos indeterminados, como utilidad pública, justo precio, interés social... No sé, también me viene a la cabeza el tema de RUMASA. Yo tenía 3 años pero crecí escuchando que la medida del Gobierno no contaba con un sólido respaldo legal- o mejor dicho, de justicia, porque el debate legalidad/justicia también tiene miga).

      Un saludo

      Iribarren

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    2. Creo que lo económico es caso aparte. No se puede mezclar.
      En los conflictos sociales, es más idóneo buscar la paz social, en el sentido de que alguien o, entre todos, se centre el asunto de la igualdad, o un resarcimiento justo.

      A mi modo de ver, creo que es menos dificultoso lo económico, por lo menos a pequeña escala. Lo que comentas, es verdad, pero eso ya son otras esferas, politizadas.

      Otro para ti


      Ángel

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    3. Me explico mejor.

      En un asunto social, aunque haya dos partes en el litigio, la resolución de la causa, afecta a ambas partes y los que conforman su circulo social primario, como una balanza con varias pesas. Es difícil crear equilibrio en todas, si uno gana y otro pierde.

      Muchas veces lo justo, es lo igual para todos.


      Ángel

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  2. Estoy de acuerdo con vuestros comentarios.

    Dicho esto añadiré dos cosas: La primera es que ya cuando estudiamos se nos enseña que la función de los jueces es la determinación del derecho en el caso concreto. Nada se habla de justicia, sino de Derecho. Derecho, que viene de "directum". La justicia es intangible e inaprensible, y por eso vivimos con el paradigma de que la encontraremos por el medio de aplicar de igual forma a todo el mundo una serie de reglas preestablecidas. ¿Funciona? Yo creo que no. ¿Hay algún sistema que funcione? También creo que no, aunque es interesante el modo de funcionar del Common Law.

    La segunda cosa que quería resaltar es que la Justicia, según el jurista Ulpiano (creo), es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo. Es una definición con la que coincido, básicamente porque es la única que conozco. Como se ve, la definición nada dice de normas.

    Como veis sirvo para algo más que para escribir gracietas. jajaja

    Un saludo

    M

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  3. Bueno, Sr. Iribarren, ocurre que conseguir Justicia es medio imposible -no digo que no pueda alcanzarse, hablo de lo que hay-. Y cuanto antes engullamos esto mejor para nuestra salud mental.

    Lo de Rumasa, que aún debemos estar pagando, fue un acto de soberbia y de hacer notar poder. A partir de aquel momento deberíamos habernos librado del Tribunal Constitucional, o hacer que quienes allí estén sean profesionales (jueces de verdad). Basta un dato para ver el despropósito. Característica de la ley es que sea general -para todos- el decreto de Rumasa fue dictado para una persona (Rumasa)

    Yo no tenía tres años sino una pila mas de años...

    La Conchaparis

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  4. Narciso de Alfonso27 de agosto de 2013, 11:36

    .
    .
    Me quiero recordar que, antaño,

    cuando entonces, salió ya el tema de la justicia

    y creo también recordar que propuse -sin

    buena acogida- la propuesta platónica del mismo

    Platón que -personalmente- me parece

    impensable para sus tiempos: ¿es mejor

    ser injusto o padecer la injusticia?


    El tipo -450 aC más o menos- se respondió

    que es mejor sufrirla, padecerla, que ejecutar

    la injusticia: si uno hace injusticia se hace

    injusto -por adentro y tal-, en cambio, el que

    la sufre, sólo es afectado accidentalmente, sin

    que le llegue como humano en su ser humano.


    Nu sé.


    Un saludo cordial.


    Narciso

    .

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    1. Estoy de acuerdo.

      ¿No era Marco Aurelio, el que decía que de la ofensa, un parte viene del que la lanza y la otra depende de el que la recibe?

      Corríjame si me equivoco.


      Ángel

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  5. Tengo dos amigos jueces. El primero ha sido juerguista y ha vivido la vida. Cuando decidió estudiar la oposición la aprobó con rapidez. Como juez sé que sabe ponerse en situación con facilidad. Es meticuloso y si tiene que llevarse el trabajo a casa se lo lleva.
    El segundo se ha pasado toda la vida estudiando. No sabe de qué van las cosas y por eso se fía mucho de las apariencias. Creo que tiene un poco de complejo por varias cosas. Y hace todo lo posible por dictar las sentencias en horario laboral. Se jacta de ello.


    Yo creo que hay que incluir en los exámenes que les hacen algún test para que no se cuelen personas que no tienen aptitudes.


    Pero vamos, que yo no entiendo ni jota de esas cosas de derecho, así que no sé si mi opinión sirve.

    Vladimira

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    1. Si nos ponemos puristas, todos somos cómplices (o partícipes necesarios) del sistema. En cada profesión, sea la que sea, no hace falta ser juez o político: todos.
      El sistema no es ni malo ni bueno. Lo que hace falta es que funciones bien y lo que está claro es que suele funcionar siempre bastante mal. Por eso, y vuelvo, a lo de la labor de un juez, no la condeno en sí misma (salvo insisto en un debate de mayor profundidad): lo único que le pido al juez, como se lo pido a un albañil, es que cumpla su trabajo de la mejor forma posible. Que sea un "buen profesional". Si todos lo fuéramos, todo iría mejor, en el mismo sistema que tenemos.
      Y no es que defienda el sistema (que nunca será perfecto porque es humano y no divino), lo que ocurre es que sigo sin conocer otra clase de convivencia social, otra clase de forma de vida en sociedad, que lo mejore.

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  6. A ver, creo, me da la impresión... de que en el post no he hablado ni de qué sea lo bueno ni de qué sea lo malo. Sólo de las corrientes actuales (a mi entender por lo demás acertadas) sobre lo único que puede perseguir el Derecho: no la justicia sino siemplemente la paz social. Y esto, la paz social, ni siquiera entro a valorarla.
    También doy por supuesto de que parto de un juez honrado (podemos plantearnos, que es lo que hace Narciso -creo- que hay profesiones que por sí mismas nunca pueden ser buenas; en ese debate, mucho más complejo, no entro pero estoy disuespuesto hacerlo, aunque sé que hay muchos jueces que son muy buenas personas y que con la mejor voluntad puedes cometer atrocidades; una de ellas puede ser simplemente tomar parte activa en el sistema, y desde luego un juez la toma).
    Por último, y esto va al comentario de Javier Iribarren, el que el fin del Derecho sea la paz social y no la justicia, en absoluto está reñido con el respeto a la ley que, entiendo, es un principio inquebrantable de la democracia: el estado de derecho. Un estado de derecho implica el respeto a la ley. Ahora bien el fin que persigue esa ley -insisto- no parece que sea la Justicia (por inalcanzable, en el plano práctico y teórico) sino la paz social. Paz social no significa nada del otro jueves: simplemente que haya ciertas garantías de que puedas salir a la calle, comprar ropa, comida, dar un paseo etc. y que vuelvas a tu casa sin que te hayan agredido (física, psicológica y económicamente).
    Y que el fin del Derecho sea este y no la justicia, no es una cuestión que se discuta actualmente. Parece ser la corriente mayoritaria (lo que no quiere decir que sea la acertada). Baste al respecto la cita de dos autores españoles: Tomas Fernández Ramón y Alejandro García Nieto.
    Evidentemente yo sí que estoy de acuerdo en esta teoría mayoritaria, que no hace sino reconocer la incapacidad humana para la Justicia. Y, evidentemente, los pensadores que llegan a estas conclusiones, conocían perfectamente las teorías de Platón, Aristóteles, Kant, Hegel, etc, que todos vosotros mentáis. Vamos, que gozan de cierta autoridad al respecto. (Digo yo)

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    1. Servando, creo que la coercitividad de la sentencia, puede prevenir un hecho posterior, pero según dices, la prevención en poder andar por la calle tranquilo, corresponde a la policía.

      Creo que Justicia, va con dignidad y con memoria. Deben ser inseparables. Y esto, es, lo que hace que todos formemos un sistema de pesos de fuerzas. Todos estamos en el mismo barco. Mal que nos pese.


      Ángel

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    2. Ángel, no sé si me habré expresado bien. Cuando digo que puedas salir a la calle sin que te atraquen no quiero decir que no te atracan porque hay un policía en cada esquina (que además eso es imposible) es por muchas otras razones: primero por la formación cívica y hasta democrática (lo que otros llamarían "educación" y otros "domesticación") y segundo por la fuerza "disuasoria" del propio sistema. La ejecución de las leyes corresponde al gobierno (en definitiva, el poder "ejecutivo") y a los jueces. La policía está bajo las órdenes de unos y otros, según los casos y materias.
      Espero haberme explicado mejor ahora.
      Un abrazo.

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    3. Si, lo he entendido de forma diferente.

      Sólo decir que no estoy de acuerdo con muchas cosas de las que habéis dicho. Pero como me desenvuelvo en una esfera en la que es obligada la discreción, no voy a dar ninguna explicación más por aquí.

      Creo que hay diferentes formas de justicia y lo peor es que mucha gente sólo sabe aplicar una.

      La cuestión es: ¿se puede fallar en la vida?

      Hay gente que cree que hay que fallar, para darse cuenta de las cosas.
      Hay gente que cree que ya te tenías que haber dado cuenta, antes de fallar.
      Hay gente que te incita a fallar para que le des las gracias después por darte cuenta de la vida. (O de parte de ella).


      Otro para ti Servando

      Ángel

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    4. Ángel, nada de lo que dices me parece que sea incompatible con lo que yo mantengo. Yo digo que los jueces "buenos" tienen y pueden tener errores; y, sobre todo, que tienen limitaciones (humanas) para "com-probar" lo ocurrido. Que si se dedican a cumplir con su trabajo de la forma más honrada (si es que ello es posible), basta.
      El juez injusto y sinvergüenza (que claro que los hay) es, en primer lugar, el que no se toma su trabajo en serio. Y, por supuesto, el que habiendo "com-probado" algo que es sancionable no lo sanciona, o viceversa. En tal caso, además de ser un sinvergüenza es también un prevaricador.
      Lo que ocurre, el problema, es precisamente cuando -como dice Concha- se olvidan de su verdadero trabajo y quieren o pretenden salvar el mundo: ahí se acabó toda nuestra seguridad. Comenzarán los prejuicios: y esos prejuicios le llevarán a sentenciar, pase lo que pase: que el bueno es el ladrón y el malo el policía; o, viceversa, que el bueno es el policía y el malo el ladrón. No, fuera prejuicios y a cumplir bien tu deber: la mejor garantía para ello, es precisamente que se quede bien sujetito a la ley; y la siguiente, que emplee bien el sentido común y el razonamiento lógico y humano para valorar las pruebas (o sea: para com-probar los hechos). Y unas veces tendrá la razón el polícía (si él ha cumplido con su trabajo, las tendrá siempre) y otras el ladrón. Bueno: el ladrón, como tal ladrón, se supone que será condenado; pero nos estamos refiriendo al concreto lance con la policía. A los casos en que el delincuente denuncia abusos de poder o agresiones ilegales. Evidentemente, la policía es la única que está legitimada para sacudirle al delincuente que se resiste, por ejemplo, a ser detenido. La fuerza física corresponde a las fuerzas de seguridad (por ejemplo: ni un ministro, ni un diputado, ni un juez pueden sacudir a nadie: un policía, sí). Son cosas que hoy se están poniendo en entredicho. Quien lo hace es que no se ha enterado de la película. Bueno, o sí se ha enterado pero sus intereses son otros (por ejemplo captar votos o vender periódicos, y no me refiero a nadie en concreto, conste).

      Un abrazo.

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    5. Dices, por ejemplo: Vosotros tenéis muchas horas, para intentar hacer justicia.
      Supongo te refieres a los jueces. Y es verdad, pero esa circunstancia siempre se tiene que tener en cuenta. Por eso se le debe exigir más a un juez que a un policía. Lo que ocurre, también es verdad, es que sí que hay corporativismo y rara vez se condena a jueces, salvo por motivos directa o indirectamente políticos.
      Eso es una vergüenza, por supuesto.

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    6. Uff!! los prejuicios, son horrorosos, para cualquier trabajo. Son como dioptrías en la vista.

      Y hay quien sabe manipularlos y lanzarlos contra alguien.

      Conste que aunque no me callo, aprendo ¿eh?

      Otro para ti

      Ángel

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  7. Narciso de Alfonso27 de agosto de 2013, 12:45

    .
    .
    Esto es un cacao maravillao… aquí hay una

    mezcla de mezclas que es -para mí mismo-

    improseguible. ¿Cómo voy a decir que hay profesiones

    que por sí mismas no pueden nunca ser buenas? Caray.

    ¿O como se puede decir que la justicia es inalcanzable?

    una cosa es que no haya un máximo, esto es, que nunca

    se agota la justicia, y otra que sea inalcanzable… lo

    inalcanzable, si acaso, es la justicia absoluta.

    Insisto: cacao maravillao. Además, hay varios tipos

    de justicia. Y no se puede -no se puede- elegir entre

    la justicia y la paz social -que es otro concepto de

    cacao maravillao-.

    ¿Qué coño es la paz social?

    Igualmente: se me escapa que se separe derecho

    de justicia. Supongo que se puede hacer, pero

    la división es abstracta, inhumana, aunque

    parezca que lo abstracto es juntarlos.

    El análisis no sirve para estudiar las conductas

    humanas, que son sistémicas -no sistemáticas-

    e integradas. Una dificultad de lo humano es que

    aparece todo cuando se tira de algo. Quedarse

    con una parte es lo que se llama pensamiento

    reduccionista, que es una filfa: parece -parece- que

    si se restringe el contenido, las cosas se facilitan.

    Claro que cualquier asunto humano es sumamente

    complejo, pero eso no autoriza a sectorizarlo, porque

    se pierde la perspectiva.

    Hala, venga calambre.

    Un saludo.



    Narciso


    .

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    1. Solo por concretar mi primer comentario (lo del debate legalidad/justicia): creo que el Estado de Derecho no debe identificarse en exclusiva con el imperio de la ley. Hay que estar al contenido de las normas, y a su observancia, para poder hablar de auténtica democracia. Muchos régimenes autoritarios tiran de ley para reafirmar su poder o asegurar su continuidad. No sé si viene al hilo, pero me gusta recordar la frase de Romanones, lo de "ustedes hagan la ley que yo haré los reglamentos".

      saludos

      J. Iribarren

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    2. Narciso,
      Si la Justicia es inalcanzable, porque no es objetiva...pero se puede "rendir justicia"...Educar un hijo no es objetivo y muchas veces cometemos injusticias "para su bien" ...Cada uno tenemos sentimiento de haber cometido o haber padecido de injusticias...pero si hay "compensación", "reparación" (y eso no son términos religiosos"), se puede reparar y progresar...Pero es del ámbito "privado"...ni es cacao ni cola-coa.... un saludo

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    3. Narciso, me encanta que tengas las cosas tan claras. Lo que no termino de entender es que no distingas Justicia y Derecho. Yo debo ser bastante imbécil porque llevo casi 40 años en esto (desde que entré en la Facultad de Derecho) y, además, 40 años dándole vueltas... y, desde luego, sigo sin tener claro un concepto de Justicia. Me consuelo, no obstante, pensando que Kant, aún debió ser mucho más imbécil que yo...

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    4. Narciso de Alfonso28 de agosto de 2013, 1:07

      .
      .
      Maestro: contesto porque el mensaje

      lleva mi nombre, pero es un asunto del

      que no sé lo suficiente, no me cabe duda.

      A mi me gusta escucharos a Concetta o a ti,

      porque entonces aprendo cosas inauditas,

      pero estando calladito.

      Con todo, no es que no distinga Derecho de Justicia,

      -es casi al contrario-, más bien decía que no se pueden

      separar, que no es lo mismo.

      Imagino -por imaginar- que hay muchas justicias, y

      ni siquiera sé a cuál te refieres tú cuando dices justicia.

      Para mi sólo existe la de ir por la calle, o por la vida,

      y ya está. De ahí ni siquiera llego a la justicia ética,

      y tampoco a la legal o social o como se llame.


      Gracias, Maestro bueno.

      Narciso


      .

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  8. D. J. Iribarren, el empezar a hacer matices en no identificar el Estado de Derecho e imperio de la ley, estamos muertos mataos.

    Lo mas peligroso es ese desvío o tratar de matizar -corregir- la ley, aún cuando sea con la loable intención de impartir Justicia. Ahí, y no se por qué demoníaca razón, siempre ocurre lo contrario, el resultado siempre es una injusticia.

    Siempre pongo el ejemplo del juego del parchís. Si yo me siento a jugar una partida de antemano se las reglas, el resultado, sea el que sea, debe ser conforme a ellas. ¿Admitiría que a lo largo de la partida el árbitro se pusiera a matizar?

    No hay nada mas peligroso que un juez "justiciero". Y no le hablo ya en el ámbito penal donde un Juez puede llevarte a la cárcel sin sentencia.

    El modo mas fácil de no hacer Justicia es poner matices al principio de legalidad. Tambien los jueces están sometidos a la ley, aunque algunos lo olviden.

    ¿No es esto muy aburrido? prefiero las manzanas, los magos, los cuentos, etc.

    La Conchaparis

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  9. Concha, comparto tu "vista" ( en ese asunto, claro) : los jueces no hacen justicia : dicen (o tendrían que decir) lo que es la ley, que no hay que asimilarla al Derecho o a la Justicia...Yo me quedo con "El espíritu de las leyes" de Montesquieu : la separación de los poderes, el derecho escrito, el doble (o triple o múltiple) grado de apelación...y el "derecho escrito" : ser juez es aplicar la ley, interpretarla pero nunca poner sus proprios criterio(aunque sean loables)por encima de la ley escrita...No conozco casos de jueces que dimitan porque no quieren aplicar una ley "injusta"...Garzon es un buen ejemplo...No se fue, lo echaron...y, en España, hoy demasiado "protagonismo publico" de los jueces "estrellas" !

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    1. Bernardo, es imposible que un Juez, que es una entidad, sola. Una mente separada del resto, para juzgar en conciencia, no tenga sesgo conforme a sí mismo, a su criterio, a la hora de dictar sentencia.

      Es más. La propia ética del Juez, que no es la misma para todos, como bien dice Vladimira, influye, no mucho, muchísisisimo. A la hora de dictar sentencia.

      La humanidad, del juez ideal que señaláis, debe ser enorme, extensa y su visión de la vida, como la de un director de cine. Para mi.

      Y con humanidad, no me refiero a la cualidad de humano, de buena persona. Sino de ver la vida, tal y como es. Imperfecta. Para poder dictar sentencias que se acerquen lo más posible, al cien por cien inalcanzable de paz social que pretendemos...algunos.


      Un saludo a todos, que no he dicho nada antes.


      Ángel

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    2. Sí, señor, Bernard: te ha salido la madurez democrática que aquí, en España, no terminamos de ver: la separación de poderes y el respeto a la ley. Ni en el siglo XX ni en el XXI hemos llegado a conocer ni a entender ni mucho menos a poner en práctica (ahora se diría a "implementar") esos dos principios democráticos esenciales. No, está claro que no se entienden aquí y que tú debiste mamarlos desde la infancia. Esa es la diferencia.
      Un abrazo.

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    3. Por ejemplo.

      Estar en la calle y ver cómo una persona, con un bastón estoque de dos palmos de largo, se abalanza sobre tu compañero y al ver que él solo no puede con la situación, te acercas. Reduces al susodicho, (sin agredirle), a la vez que calmas a su familia, que te está rodeando, para que estén tranquilos de que al susodicho no le va a pasar nada, a pesar de que el bastón estoque ha atravesado el jersey y la camisa del compañero haciendo una marca en su abdomen...Y no tenerlo en cuenta a la hora de actuar. Y todo esto en dos minutos, para verlo, pensarlo y ejecutarlo...sin que nadie salga herido y todos contentos...

      Vosotros tenéis muchas horas, para intentar hacer justicia. Pero os aseguro que si estuvieseis en estas situaciones, vuestro concepto de la justicia cambiaría bastante y bastante rápido. A pesar del que tengáis en mente.

      A mi, personalmente, me jode mucho, la gente que por chorradas, hace SU, justicia particular. Interpretando mal las palabras y el gesto.


      Otro tema. No he entendido bien, el asunto de que somos injustos con nuestros hijos, para su bien ( en realidad me he llevado las manos a la cabeza al leerlo ) pero bueno. Creo que esto es otro debate muy diferente, así que no voy a decir nada.


      Ángel

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    4. En tu trabajo hace falta tener mucho equilibrio y sangre fría para no pasarse de esa raya que es a veces muy delgada. No responder al insulto, y no agredir a no ser que sea absolutamente necesario. Véis a la gente de otra manera, comprendéis que no es personal, y si la agresión no es grave, la dejáis pasar.

      Pero esto es por lo general, luego están los amantes de las armas y justicieros. Como lo que contaba con los jueces.

      Siento un profundo respeto por las personas de tu profesión y la forma que tienen de actuar en su día a día.

      Vladimira

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    5. "Reduces al susodicho, (sin agredirle), a la vez que calmas a su familia, que te está rodeando...", nos dice D. Ángel

      jijiji Me mata de la risa, D. Ángel. Eso es fácil cuando uno no mide 1,50 cm y no es maestro en nada -qué dificultad con las frases negativas pero es lo que procede ahora- porque, en ese caso, se actúa como se puede. Y está bien hecho.

      Anda usted un poco a la brocha gorda, me pá. Fíjese como le replica el blogger cuando Vd. dice que a la policía le corresponde prevenir el delito y atacarlo, o algo así. Si en lugar de esto hubiera dicho que a la policía corresponde velar porque yo pueda ejercer mis derechos, que nadie me impida ejercerlos ahí "achica espacio", difícil la contraréplica.

      Me gusta eso de achicar espacios, es muy gráfico.

      En fin que para mi, esos jueces "justicieros" nunca imparten Justicia, acaso implantan su justicia -con minúsculas-. Si se respeta la ley siempre se imparte Justicia porque ella, la ley, contiene las reglas del juego, reglas conocidas, puestas de antemano.

      Concetta

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    6. Concetta, Ángel habla del ejercicio de un trabajo en el que además de que van en parejas -y e y tienen conocimiedtmp en defensa personal s más fácil reducir entre dos- es que ninguno mide 1.50. No habla de la gente de a pie. La policía excepto los antidisturbios, aparece cuando el delito ya se ha cometido o está a punto.

      Yo estoy un poco fuera de lugar aquí. Así que mejor os sigo y me callo.

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    7. Vladimira tu opinión sobre el respeto que te causan estos profesionales, la comparto al cien por cien. Quizá no se daba por hecho en mis intervenciones al respecto, pero es así.

      Un abrazo.

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    8. ¡Ay! Vladimirita, Vladirmirita, no la líes, no mentes a los antidisturbios, por favor.

      Cuando los veo me pregunto ¿y estos tipos de donde han salido? Cuando era joven estos no eran así, ni siquiera parecidos!!!

      ¿Imaginas a una jueza de instrucción tratando con estos tipos? ¿Podrá trabajar esta mujer con el sosiego que requiere su lablor? ¡Imposible!

      ¡Qué cuerpos... de seguridad tenemos!

      Si tuviéramos unos políticos parecidos a ellos, al menos nos alegrarían la vista. De paso no prestaríamos atención a su patochadas!!

      La Conchaparis

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    9. Ja ja ja ja! Vamos a ver: que yo me refería precisamente a los otros, a los patrulla.! A esos que igual aparecen dos chicos que parecen sacados de una revista que dos que parecen un dúo cómico! Pero que sabes en cualquier caso que están ahí para ayudar a que las cosas no vayan a peor.

      Los antidisturbios me recuerdan a Darth Vader! Entiendo que tienen que imponer pero es que dan miedo. De uno en uno aún pero juntos asustan
      Eres tremenda!

      Vladimira

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    10. Y ya no es por ser mala, pero no sé si una mujer policía hubiera sido capaz de reducir a según y qué sujetos. Y eso es una realidad.
      Vladimira

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    11. Jajajaj. Es que nosotros trabajamos con brocha gorda. Somos currelas.

      Simplemente he querido dar un punto de vista diferente Concha. Por descontado que tu y Servando controláis más de derecho.

      Si acaso, nosotros sabemos de justicia, por las injusticias, que las tenemos por todos lados.


      Perdona Concha, pero la prevención del delito, siempre, ha pertenecido a la policía. Y ahora más que nunca.
      Ser policía, es ir por delante. Si no mal vamos. Y esto es una lección de un psicólogo-policía. No es brocha gorda.

      La prevención, no sólo se hace, con presencia policial.
      También se hace en otros ámbitos y en otras trayectorias distintas, que confluyen en el resultado. Y hasta ahí puedo leer...

      Un abrazo

      Ángel


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    12. AHAHAHAH aahahahah AHAHAHAHA ahahahahhhh

      ¡Ya era hora de que se me nombrara!

      Lo de antes no es, mi famosa respiración, son bostezos.
      Es que esto de controlar, aburre a un caballo de madera ya.

      ¡¡¡Yo quiero ser poetaaaa buahhhhh!!! como Vladimira.

      ¿Me dejaréis, por lo menos ser barricadero? ¿hacer algún comentario de cuando, entonces?

      ¡Menos mal que llevo la máscara y no se ven los berrinches que tengo conmigo mismo ahora!


      En fin, ¡que la fuerza os abandone!


      Darth Vader

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    13. Le dejamos que participe pero no se nos disfrace de antidisturbios. Mucho más elegante con la capa negra y la máscara que vestido de jugador de beisbol.

      Vlad

      PD: y dale, que yo no soy poetaaaaaaaa. Que no escribo y ya ni se me ocurren ideas.

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    14. Srta. Hoy, recalcitrante.28 de agosto de 2013, 11:57

      Pero D. Ángel, ¿no se percata que está diciendo lo mismo que yo? Pero yo achicando espacios jeje

      ¿Que otra cosa es velar porque yo pueda ejercer mis derechos sino prevenir el delito? Si alguien ocupa un espacio público, y por tanto impide mi derecho a la libre circulación la policía tendrá que evitar esta ocupación, y de consumarse el hecho dejarla libre y expedita para que yo me pasee... por poner un ejemplo.

      Mientras, desde luego, echo una miradita a los antidisturbios jiji.

      Srta. HOY Recalcitrante.

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    15. Yo no he nombrado la palabra atacar, para nada.

      A veces, se habla por hablar, sin bisturí. Creo que es normal esto.

      Vaya ejemplo que me ha puesto.
      Lo primero, nunca he entendido, porqué la gente personaliza las actuaciones de los antidisturbios.

      ¿Acaso cree la mayoría, que no son personas, que comprenden la realidad social?

      El trabajo, es el trabajo. Y lo que está claro es, que siempre que se hace pacíficamente se puede uno manifestar donde quiera.
      Cierto es que hay que pedir permiso, pero también es cierto que uno no va a planificar, cuando le pica un brazo...en fin.

      Que lo mejor es utilizar la empatía, pero todos. Que a todos nos afectan las medidas del gobierno.

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    16. De todas formas Concha, cuanto más tiempo pasa, más hablo, trabajando.
      Como has visto siempre, no suelo hacer comentarios sobre el mismo.

      Y que conste que las labores domésticas, me han impedido contestarte más rápido. Que no me lo he pensado.

      Será mejor que le haga caso a Antonio y me vaya a una terraza a escribir algo.

      Un abrazo

      Ángel

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  10. Me ha gustado mucho la entrada de Bernard y la comparto. Aquí yo creo que el único juez con afán de protagonismo ha sido Garzón. A los demás yo creo que se lo da los medios de información. Tampoco estoy puesta al día pero es una impresión.
    Vladimira

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  11. Creo que necesitamos alguna opinión, de la Agrupación Pacífica con Antorchas, para que nos aclare un poco el tema.

    Creo que en la vida, hay cosas que se solapan y se ocultan tras este solapamiento y esto crea una sensación de injusticia, infinita, en la que los jueces no pueden entrar, quedando una laguna enorme libre de normas éticas.

    Menos mal, que está la literatura, la impersonal y contundente literatura.


    Ángel

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  12. Estamos muy comntariosos. Me alegra.
    Muy bonito el paisaje que presenta Gotor. ¡Ojalá todo fuera fruto de lo limitado de la capacidad humana! eso sería el reino de la justicia humana. Además están las filiaciones políticas de los jueces (verdaderas obediencias) los intereses personales, no solo en el asunto, sino en como puede influir una sentencia en la carrera del juez aque la emite.
    Aun así, yo me siento satisfecho con nuestro imperfecto sistema judicial, de funcionarios de carrera, creo que debe ser mucho peor el sistema norteamericano donde el cargo de juez casí se compra
    Antonio

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    Respuestas
    1. Antonio, yo no pinto ningún paisaje precioso. En absoluto. O me expreso fatal o se me lee fatal. Yo lo que digo es que si juego al fútbol, juego al fútbol y respeto las reglas. ¿No os habéis dado cuenta de que los niños juegan al fútbol (o jugaban) en la calle o en el patio del colegio sin árbitro? ¡Y respetaban las reglas! Discutían sólo las jugadas más conflictivas, pero siempre llegaban a un acuerdo. Y es que tenían dos opciones: o las respetan o se jodió el juego.
      Pero hay algo más: si para hacer cualquier actividad "pactamos" algo (y eso debe -ojo: "debe"- ser la ley democrática: un pacto), no cumplirlo después, o burlarlo, constituye, además, una deslealtad. La deslealtad os podrá parecer buena o mala. Lo que ocurre es que si todos somos desleales... a prepararse. Y a mí que me avisen: que seré el primero que tomaré medidas, armándome debidamente para salir a la calle.
      Joder, es que ¿es tan complicado esto del estado de derecho y la democracia -en el plano teórico, en el plano del deber ser-?
      Y conste: a mí la democracia, a veces... no sé: cuando pienso que todo el mundo que pasta en tele-5 viendo Sálvame de Luxe... o cosas parecidas, que toda esa gente -que son mayoría- vota...
      Creo que era Severo Ochoa quien decía que él no era demócrata porque consideraba que su voto no podía valer lo mismo que el de un imbécil (o algo así).
      No sé. La cuestión estriba en saber si hay algo mejor, pero mucho me temo que no. Salvo que exista Dios (en el mejor de sus conceptos, en el de San Anselmo) y sea nuestro jefe...
      Así, que de "bonito paisaje", nada. Y el título de la entrada es literalmente "Lo que cabe esperar del juez más honrado". Se está en el terreno del deber ser, de lo deseable, no en el del ser.

      Un abrazo.

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    2. Tiene razón Servando, en cuanto a que cada lugar tiene sus normas.

      Ahora se abusa de la justicia para tonterías.

      Prefiero llamar negociación que pacto. Está claro que hay que respetarlos, porque todos tenemos memoria. Y a todos nos afecta el paso del tiempo.

      Servando, como salgas armado a la calle. Nos vamos todos a una isla a empezar de nuevo. Que tenemos el manual de Platón, para la ciudad perfecta.

      Aunque los polis salimos jodidos, porque tenemos que trabajar gratis, por amor al arte...

      ¿No se estará siguiendo ese manual ahora? Mmmmm


      Ángel

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