jueves, 6 de enero de 2011

MATURÉN (Antonio Envid)

AEM

En el venerable palacio de El Prior Ortal, edificio invadido por la vulgaridad de tabernas y oficinas y digno de mejor suerte, me encontré con Ángel Maturén. En una de sus salas, dando ejemplo de cómo podría dignificarse tan singular edificio, había habilitado una especie de exposición con su obra más reciente. Se hallaba recién llegado de Lanzarote, donde había pasado una larga temporada, y había traído una colección de pinturas que recogían un mundo geológico y deshumanizado, el magma primigenio había cristalizado en ellas, habitadas por reptiles, cabras con rasgos prehistóricos y conchas marinas. Eran grisallas sobre seda, cuya técnica resaltaba su atmósfera paelontológica. ”Soy un afortunado porque puedo trabajar donde me da la gana. Pinto, enrollo el lienzo, lo meto en un tubo de cartón y va donde sea” Nacido en Zaragoza, aquí pasó su adolescencia y aprendió los principios de su arte, pero en realidad era un nómada, necesitaba habitar y trabajar en lugares que fuera capaz de comprender y que a su vez supieran comprenderle a él, pero cuando ambos se habían aprehendido, necesitaba cambiar de lugar, como si su libertada reclamara no pertenecer a nadie ni a nada, de modo que vivió y trabajó en Madrid, Bilbao, Paris, Logroño, Sierra de Luna, Lanzarote….., por supuesto Zaragoza y en sus últimos años en Tarazona, donde la fundación que lleva su nombre comercializaba su obra. Muchos lugares para una vida desgraciadamente corta, murió en Tarazona a los 56 años, en el 2005, cuando todavía podía habernos entregado muchas maravillosas obras
.
Dedicado íntegramente a la pintura, no le preocupaba en absoluto el comercio de su obra. “Estos días, creo que tengo una exposición por Alemania y otra en Estados Unidos, no me hagas mucho caso, de todo eso se ocupa la Fundación” ¿Pero no vas a tus exposiciones? “Si puedo, no”. Esa independencia de los canales de venta, ese desdén por los actos sociales, su retiro en los lugares “que le comprendían”: Sierra de Luna, Lanzarote, Tarazona, para pintar y sumergirse en ellos, tratando con los paisanos, absorbiendo sus paisajes, no favorecieron nada la divulgación de su variada y rica obra. Su desprendimiento en cuanto al dinero era total. “No se te ocurra decirle a Pilar lo que te he cobrado por el cuadro. Si te pregunta dile tres veces más.” Pilar, su mujer, no me preguntó, era muy discreta y debía de conocer suficientemente a su marido para no hacer preguntas embarazosas.

Por fin, en su tierra se le hace un homenaje en toda regla. Una parte importante de su obra se expone en el Palacio de Sástago (hasta el 13 de febrero, creo) Contemplar la muestra, y eso que tiene muchas lagunas, es comprobar los numerosos caminos artísticos que exploró, escultura, cerámica, pintura, y los variados campos pictóricos que cultivó. Cada etapa; Bilbao, París, Lanzarote…. suponía una nueva tendencia pictórica que exploraba, desarrollaba y luego abandonaba, para no volver más sobre ella. Independiente de cualquier escuela pictórica su obra es en extremo original y variada, pintura pura en una pluralidad de formas y concepciones. La exposición será el descubrimiento para muchos del rico universo de este artista no suficientemente valorado.

Antonio Envid

8 comentarios:

  1. Muy especial era este, Ángel Maturén.

    Todo lo que dice Antonio Embid no sólo es cierto, creo que se queda corto. Por lo que a mí me han contado los que lo conocieron personalmente era persona que ¿enamoraba?, ¿...?

    Este 2011, comienza con algo bueno, la Exposición de su obra en el Palacio de Sastago, hasta el 13 de febrero.

    Seguro que allá donde esté más de un gesto travieso enviará a mucha gente.

    Hasta la vista, Ángel.

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  2. Sr. Envid: Y hoy ¿hay que tomar en serio lo que dice?. ¿O no toca?. Es que como dijo que no escribía nunca en serio yo ahora me tomo de broma todo lo que dice.

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  3. Si Maturén no fue profeta entre nosotros es que entre los pontífices locales no mereció su interés.
    Desde luego no escribiré sobre pintura en plan pontífice, me desagradan tremendamente esos "críticos" incapaces de crear nada y que te dicen lo que ha querido expresar el artísta y si lo ha logrado o no, por tanto digo honradamanete mi opinión y espero que esto no sea muy serio (en la acepción de "erudito pedantésco" que es lo que se considera serio en algunos abientes artísticos).

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  4. Aclarado entonces tampoco esto era serio ¿no?.

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  5. Yo no lo entiendo igual que tú, anónimo anterior, el comentario respuesta de Antonio Embid, tal vez el Sr. Embid de lo que quiera huir es de la acepción de "erudito petantesco" que no le gusta y este cerca de Maturén en esa libertad personal por la que siempre se paga un precio.

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  6. petantesco, no; pedantesto.

    Mil perdones por la errata .

    Recuerdo que tenía un abuelo anarquista, y muchas, muchas cosas majas.

    De ciertas personas ¿maliciosas?, ¿impertinentes? etc. creo que en la vida no nos libra nadie.

    Da lo mismo que haya 'vista previa', algunos somos un poco torpes, erramos que no herramos.

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  7. pedantesco, socorro ¡qué horror!

    mil perdones es poco, un millón, por favor.

    ¡qué espesura, Dios mío!

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  8. Ayer, viernes, visité la exposición de Maturén en el Palacio de Sastago.

    Hace mucho tiempo que no veía obra de este autor. La última vez fue en Veruela.

    Tengo una hermana que por razones de trabajo coincidió en el tiempo cuando Maturén estuvo viviendo en Sierra de Luna.

    Asistiendo a un curso de Historia del Arte de la Universidad Popular de Zaragoza entre las asistentes había algunas que tambié lo eran de un curso que impartía el Pintor.

    Había / he oído pues opiniones personales sobre él.

    En este momento, en este instante al contemplar las obras expuestas estaba libre de influencias, la única opinión que me valía era la mía. Lo que te hacía sentir y lo que te sugería

    En la exposición coincidí con una compañera de trabajo, del mismo tiempo que mi hermana estaba en Sierra de Luna.
    Después de ver los animales y las naturalezas muertas que nos adentran en "ese corazón de las tieblas" exclamó: ¡cuándo pintó esto ya debía de estar muy enfermo! ¿ verdad?.

    Ante los poderosos bastidores de madera con sus plomos, era difícil sustraerte a la idea de si en Pintor no había triturado las balas con que uno puede acabar con la vida y las había transformado en arte, en pintura.

    La obra expuesta a mí me gustó, me emocionó.
    Y el sentimiento que me acompaño también. La de ser un ser individual, al que le gusta lo ¿coral?, ¿naltros?, ¿nosotros?, ¿ni?. etc. enriqueciéndote con lo del otro y si es posible poder enriquecer también tú a los otros, pero siendo uno mismo, no una copia de otro.

    Perdonar esta necesidad mía en certificar mi pasado.

    isabel

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