viernes, 28 de octubre de 2011

Sssshhhh.... (Cuescos)

SGS

Albertina,  cómo olvidar tus ojos.  Cómo borrar tu mirada en mis Recuerdos.

-Sire, ¿se encuentra bien?
-Sí, waiter, pero ahora déjame en paz.
-Parece, no sé, parece como sí...
- Que me dejes en paz, waiter...  Qué calor.  Qué calor y qué frío...


Me llamo Conrado Arbués.  Soy  del Moncayo. 


Y qué me harán
Lo justo
Y qué es lo justo
Lo que corresponda

Sabe, cuando entré, que lo hice por equivocación, el conserje me había dicho que la tienda de obleas, la del rechoncho Cooper, estaba aquí.
Y de alguna manera, tenía razón.
¿En lo de la tienda de obleas?
En lo de Cooper.  Cooper es rechoncho.



Pero qué hago yo a las cinco de la mañana en misa de doce del Pilar.  Es la fiebre, seguro.  Porque sí, tengo fiebre y estoy frente a la entrada de la basílica esperando que salga la gente para hacer unas tomas.  La gente es mayor y la plaza está abarrotada.

-El siete ocho noventa y siete, ¡la suerte!


Salida de Misa de 12 de la Basílica de El Pilar

Las miradas me rodean y una de ellas, la más penetrante se ríe y repite constantemente
 

EL VALLE LLEVABA UNA VALLA, la cual no fue                                                      dado atravesar



Entonces Cooper se ríe enseñando su boca despiñada, sus hueras encías, su lengua azul

En las rotas márgenes rojas
 del rígido amarillo regio
rugen rejas inhóspitas

Los cojones, Aldo, los cojones
Pero al menos deja que te mire la herida
¿Herida? ¿Qué herida?



-Querría unas chinchetas...

El ruido
Con que rueda
La ronca tempestad



Buñuel, sí, fue Buñuel quien habló por vez primera del Valle
...del valle que llevaba una valla



Se lo repetí, mire que se lo repetí,
pero usted se empeñó
¿Por qué?



Sí, porque si no hubiera cogido la sartén limpia del fregadero, alguien podría pensar.  No sé, alguien podría pensar


Mariana, Mariana mía, traeme agua.  Anda, haz el favor tráeme un poco de agua.
Te dije, ¡te lo dije y no me hiciste caso!
Sí Maríana, lo que tú quieras pero tráeme agua, por favor. Mariana.

Con la cabeza blanca, sí. Las chinchetas, claro

Si me hubieras hecho caso ahora no te verías como te ves.

¡Mariana!

...si te ocurre todo esto y de verdad estás solo, solo, solo,
 entonces acude esta noche al Cuesco,
 a partir de las dos de la mañana



Narciso de Alfonso
Servando Gotor
Cuescos (2004)


1 comentario:

  1. unidos nuestros corazones,

    un viento helado,

    me susurró....¡ ahora !

    perdiéndose la sincronía.


    ¿De dónde nace

    esa voz sigilosa,

    espectante

    y dueña de emociones?


    ¿ Quién osa jugar

    con el destino de dos almas?


    Tierra y mar

    reencuentro eterno

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