martes, 25 de enero de 2011

CRÓNICA AMARILLA (Por Azulenca)

SGS

Yo, en fin… No sé… Voy a hablar de los chinos. Yo, por edad, pertenezco a la generación de los Planes de Desarrollo y fui educada en un colegio de monjitas, esa era la moda en los años sesenta. Cuando llegaba la época de las misiones, la monjita nos proponía redimir a los infieles de las llamas del infierno bautizándolos al módico precio de dos pesetas con cincuenta céntimos. Pagando un duro bautizábamos a dos infieles y la monja clavaba en un mural la cabeza de un chinito o un negrito con el nombre elegido. Particularmente las cabezas de los negros no me gustaban, mucho pelo rizado y muchos morritos colorados que mejor olvidar; hasta me parece recordar que llevaban pendiente a modo de distintivo caníbal. Sin embargo me encantaban las cabezas de los chinitos con la trenza y el sombrerito. La de duros que se gastó mi madre para que yo clavase cabecitas con mi nombre en el mural de las misiones, la de chinitas que se deben llamar como yo. Tanto debimos rezar por los chinos que ahora se han hecho los amos del mundo. Mi visión de las cabezas de chinitos ha cambiado sensiblemente. Cada vez que entro en un comercio o en un bar y veo la cabeza de un chino me doy media vuelta. ¿Será algún trauma a consecuencia de aquella educación religiosa? Rotundamente no, es otra cosa. Veo a esta gente amarilla como la ruina de España, mientras los chinos abren cada día una tienda, los españoles están cerrando las suyas. Y todo esto gracias a la política española que da carta blanca al peligro amarillo para entrar en la península. Por la compasión, dicen, entra la lepra.

Esta semana la estrella ha sido el pinganillo; nombre que se le da al auricular que se ponen en la oreja los políticos del senado, quienes sabiendo español, se lo colocan para oír otras lenguas, como el catalán, vasco, gallego o valenciano con el fin de enterarse un poco menos del tema que están tratando. Esto ya es la torre de Babel. Bueno, esto es de tontos “cum laude” y de gente sin escrúpulos, porque tal y como están las cosas en este momento es un despilfarro y un espectáculo bochornoso ver a toda esta pandilla con un auricular conociendo el mismo idioma. ¡De vergüenza! Y a mí que la palabra pinganillo me suena como a órgano sexual reducido a un apéndice. No sé… ¿Por qué no dicen auricular?

Estos del P.P, Mariano con su cuadrilla, son unos tipos que defienden sus intereses personales y nada más. Lo importante es ocupar una buena silla remunerada dentro del partido y ya está. Y como para mantener sus sillas se trata de tener al personal contento: prefieren perder una comunidad autónoma antes que retirar al sostenedor de una silla. Gracias a este planteamiento van a perder la comunidad asturiana. A nuestros políticos ni les importa España, ni las CC.AA, ni los ayuntamientos. Algunos políticos se retiran de la política por agotamiento sexual, no sé a qué viene esto. ¡Ah ya! Cascos es mucho Cascos y ha vuelto a la política después de haberse desentendido de ella; pero sabiendo que con él a la cabeza ganan Asturias, es de necios retirarlo del mapa. El planteamiento del Partido Popular es el siguiente: prefieren perder una comunidad autónoma y quedarse con una silla coja, antes que quitar de en medio a un político/a incapaz de hacerse con una comunidad autónoma.

El viernes al cine y sesión de lujo: proyectaron la película para mí sola, no había nadie más en la sala. No es la primera vez que me pasa y puedo decir que me encanta estar sola en el cine frente la gran pantalla. The Tourist. Venecia preciosa y la Jolie, vestida como para ir de boda, interpretando el papel de mascarón de proa. Mejor hubiese estado en ese papel Mónica Belucci, más guapa y más meridional. Me gustó el elenco de actores italianos que desfilan a lo largo de la película en una especie de cameo. The Tourist se deja ver, quizá sea porque se desarrolla en la ciudad de los canales. El mismo guión en Soria o en Albacete no hubiese dado tanto juego.

Azulenca

5 comentarios:

  1. ¿No hubiese sido mejor titular su crónica en chino? "Clónica amarila"
    Yo tampoco soporto a los chinos, por molestarme me molesta hasta ver el flan chino Mandarín en los estantes de los supermercados.

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  2. A mí lo único que me molesta es que explotan a sus semejantes. Exportan su sistema a un país donde en teoría no se admite. Me cuesta creer que encuentren tan pocos casos de trabajarores explotados trabajando en condiciones infrahumanas.

    Eso me molesta muchísimo más que el hecho de no querer aprender nuestro idioma.


    Vladimira

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  3. Aparte de que, como siempre, me lo he pasado bien leyendo la crónica, quiero comentar que -parece ser- existe un tratado recíproco entre España y China que permite instalarse ellos aquí y nosotros allí sin pagar impuestos durante tres o cuatro años.
    En principio esto puede parecer bueno, pero ¿cuántos españoles se instalan en china y cuántos chinos en España? ¿Hay equidad en esto? Además, cuando a uno -por ejemplo, a Li- se le acabe la ventaja fiscal, con que otro recién llegado -que seguramente también se llamar Li- monte otra empresa sustituyendo a la anterior y haciéndose cargo del negocio, arreglado.

    (Lo de Li, no lo digo en broma: es el apellido más extendido en el mundo y al que le sigue, pero muy de lejos, Smith. La mayor parte de los chinos se apellidan Li y ello provoca enormes problemas de identidad personal).

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  4. Yo tengo una compañera de colegio a la que le ha venido el maná en forma de chino, todos sus clientes son chinos.

    Yo creo que debió bautizar más chinos que yo,

    Azulenca

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  5. Pues a mí me gusta jugar a los chinos.

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