Qué cosas, escribí este soneto en mayo del 2007, en plena alegría y despilfarro.
Ahora tengo aún más claras dos cosas: que deambulamos como locos sobre el dentado filo de una sierra y que la felicidad es hermana de la inconsciencia.
Ciclos
Degeneró la humanidad en paz
Y el estado en empresario boyante.
Pero el pueblo huele a desodorante
Y en deportivo corre montaraz.
De las deudas se burla lenguaraz
Y a la hipoteca mira distante.
Consumiendo feliz y delirante
La marca que ordena el más procaz.
Mas don’t worry, que todo va en fases:
Al mejor cerdo llega un San Martín
Y acabado el ciclo tiemblan las bases.
Cabezas corta el pueblo en motín,
Sentando fieras reglas y trasvases
Para, presto, volver al futbolín
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