Una tarde senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié. (A. Rimbaud)
lunes, 30 de noviembre de 2009
EN LA TRASNOCHADA 1 (María Jesús Mayoral Roche)
En la trasnochada del martes, repasando las últimas horas de la tarde, recordé la pregunta que me hizo uno de mis alumnos en el Centro Penitenciario de Zuera: ¿A quién le interesa en estos tiempos una biografía de Jesús? Le contesté:
- La figura de Jesús de Nazaret es la que más ríos de tinta ha vertido, la más controvertida, la que no cesa de suscitar nuevas teorías. Yo me di prisa en aprender a leer porque el primer libro de lectura llevaba ilustraciones a color con escenas de su vida. Vida que siempre me ha parecido fascinante. Occidente no se entiende sin el nacimiento de Cristo. Y a ti que tanto te gusta el arte, también existe un antes de Cristo y un después de Cristo.
El interno se encogió de hombros, me miró con escepticismo y asintió con la cabeza.
En 2007 un libro batió el record de ventas en Italia, se titulaba “Jesús de Nazaret”, su autor, Benedicto XVI. Nadie había conseguido batir el record de ventas en un día. Yo me enteré de este fenómeno en el transcurso de una estancia en Florencia. Patrizia se estaba leyendo el libro y en el transcurso de una conversación bajo la noche toscana en el jardín de su palacio, asaeteadas por los mosquitos tigre, tomando cantucci (dulces toscanos) con vino dulce nos alargábamos hablando de Italia, España, de política y religión. En una “chiacchiera” (charla, “cháchara”) florentina me atreví a meterme con los judíos. Patrizia me miró muy seria y me dijo:
- Prejuicios. Fue un error que los Reyes Católicos los echaran de España ¿Por qué no visitas el museo y la sinagoga que tenemos aquí?
Su sugerencia la dijo con orgullo, como dejando caer que en España no había, que nos habíamos dejado escapar una cultura importante. Me considero una persona prudente y no entiendo por qué arremetí contra los judíos sin haber tenido ningún trato con ellos y lo que es peor, sin saber a quién me estaba dirigiendo. Además, daba por sentado que Patrizia era católica y lo que me hacía hablar así era la suposición de que en la Toscana tampoco se les apreciaba. Sin darme cuenta estaba haciendo extensible en Italia mi visión española. La mejor amiga de Patrizia es judía.
El recuerdo de aquellas trasnochadas en casa de Patrizia me acerca a las últimas horas de la tarde del martes, arrellanándome en el sillón, repasando la presentación del libro “El judaísmo de Jesús”, escrito por un judío-argentino. A la salida, Servando, Concha y yo nos enzarzamos entre cañas y tabaco en una conversación en la que los tres queríamos hablar a la vez, los tres teníamos visiones distintas del tema, interpretaciones diversas en torno a lo que habíamos oído. Volvimos a hablar de Dios, del Nuevo Testamento, de San Pablo, de Jesús, de judíos, de cristianos, de musulmanes, de San Agustín... Sin embargo estábamos de acuerdo los tres en que Jesús había sido judío y que lo peor de todo es menospreciar con resquemor lo que nuestra religión cristiana nos ha dejado. Algo que hacemos a menudo los españoles. Porque independientemente de todo, en mi opinión, el poso siempre queda o al menos debería quedar.
De regreso a casa, casualmente, nos encontramos con Mario Saban, el autor del libro y presidente de la Asociación Cultural Tarbut Sefarat. Muy amablemente nos saludó, nos dio su tarjeta y Servando le hizo entrega de la suya. Y otra vez, los tres a la vez, comenzamos a hacerle a Mario observaciones en torno al tema.
Y ahora que recapitulo la conversación en la cárcel, la conversación en Florencia y el acercamiento a la comunidad judía, me pregunto si llegará el día en que todas las religiones sepan convivir. Tanto Mario como yo, y así lo hablamos en la presentación de su libro, estamos de acuerdo en que la convivencia ha sido posible y puede ser posible; pero la que ensombrece todo es la política y no la religión.
Y recapitulando lo ya recapitulado. ¿Por qué un judío, en estos tiempos, defiende el judaísmo de Jesús? Porque hasta donde a mí me alcanza, los mismos judíos han sido los que nunca han reconocido el judaísmo de Jesús. De todas formas, Mario Saban se sintió contento de regresar a la tierra de sus antepasados, Zaragoza. ¡Bienvenido seas! Quizá este encuentro sea el comienzo de la convivencia, quizá sea el final de la intolerancia. Esa intolerancia que Patrizia en Florencia me dejó caer cuando, al verme llena de prejuicios e ideas preconcebidas, me invitó a visitar la sinagoga.
Sobre Mª Jesús Mayoral
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"- Prejuicios. Fue un error que los Reyes Católicos los echaran de España"
ResponderEliminarTe dijo tu amiga Patricia. A lo que a mí me alcanza dudo que fueran prejuicios o sentimientos antisemitas la causa de la expulsión. Mas me inclino a, como apuntas mas adelante, a cuestiones políticas.
Los políticos, y que duda cabe que los Reyes Católicos lo fueron, tienen que escoger. Económicamente, poco acertado la expulsión de los judíos, pero se optó -y reitero que es una opinión personal- por otras cuestiones políticas de mayor envergadura que el meramente económico: la creación de una nación. El primer estado unitario de Europa. Y hay dos elementos, religión y lenguaje, que son la argamasa para configurar una nación (no territorios independientes y desconexionados que era lo que se tenía). La expulsión de judíos y moriscos, en este sentido, era esencial para alcanzar esta unidad. Después, el castellano incipiente, vendría el lenguaje.
La expulsión de los judíos, económicamente gravosa, pero era necesaria para la creación de una nación.
PD.- Es posible que todo lo anterior no sea sino una de mis múltiples estupideces que me largo cada día.
Besitos.
No puedo por menos querida Concha que matizar tu comentario y hacer honor, espero, al apelativo cariñoso con el que me conocen mis colegas:
ResponderEliminarDesde una posición más cercana a Américo de Castro que a D. Claudio Sánchez de Albornoz sobre la esencia de España,es verdad que la decisión tomada por los Reyes Católicos fue un error tremendo. Fue el primer éxodo de españoles que constituían una incipiente burguesía y que reforzó a los que luego fueron enemigos de la Monarquía Hispánica, Otomanos, Berberiscos, Holandeses...
Vamos un error extraño en el Rey Fernando, que trató en todo su reinado en sumar alianzas y que sólo se explica en las presiones de la Iglesia y en conseguir fondos a corto plazo ya que las arcas estaban con telarañas. No nos olvidemos que un judio Santangel fue el que puso la pasta para expedición de Colón.
Respecto al "nacimiento de una nación", como la famosa película habría mucho que matizar...
El Reino de Castilla tenía muchas de las características de lo que luego serían los estados modernos(incipiente burocracia, ejército permanente, hacienda ...). pero los reinos eran patrimonio del Monarca. De estado unitario nada. La nación española se configura en la Guerra de la Independencia más que en toda la Monarquía de Austrias y Borbones.
Tenemos que recordar que, al morir Isabel, a Fernando lo echan de Castilla se casa en segundas nupcias con Germana de Foix, el hijo que tuvieron murió, pero en otro caso, donde se hubiera quedado España?
HISTORICO
Evidentemente, no voy a discutir datos históricos ni siquiera conclusiones históricas ya no del propio HISTÓRICO sino de las autoridades que menciona. Sería absurdo. Si bien, él mismo alude a ese enfrentamiento entre las dos escuelas la de De Castro y la de Sánchez Albornoz. Lo que denota la realidad de una controversia.
ResponderEliminarPor eso me voy a limitar a expresar estas ideas:
1º Siendo ciertas la mayor parte de las cosas que se dicen, el que a España le hubiera podido ir mejor o peor, no es Historia, es ciencia ficción. Lo que no ha ocurrido sólo podemos imaginárnoslo.
2º Que España llegó a ser el primer Estado moderno, parece un hecho constatable e indiscutible.
3º Que, justo después de todo aquello, se produce lo que se ha venido a denominar la "Monarquía Hispánica" y España se convierte en Imperio, es otro hecho (yo no digo que eso sea ni bueno ni malo, sólo que es un hecho).
4º Que no había unidad político/administrativa, evidentemente, no, aunque sí ideológica: sí que había un objetivo común. En palabras de Salvador de Madariaga -hablo de memoria- el objetivo común era religioso: la defensa de la fe cristiana y, por ende, la lucha contra el infiel, que quería hacerse con Europa (en definitiva, no deja de ser otra opción “política” pero con miras mucho más amplias que el patrioterismo o nacionalismo hortera –y aquí sí que opino-: unirse Europa para “defenderse” del infiel, proyecto que preside toda la Edad Media). Los reinos, pues, eran verdaderamente "autónomos", con sus propios parlamentos (qué paradojas –y retomo a Madariaga-) y es sólo cuando vienen los modernos Borbones cuando se produce la centralización administrativa y, por ende, política. Y, qué cosas, entonces comienza nuestro ocaso (y cuando hablo de "ocaso" tampoco digo si lo es del bien o del mal, pero sí de la posición de España en el mundo).
5º Por lo tanto, concluyo: de lo que pudo ser, no se puede opinar. Lo que fue es que España por única vez en su historia se constituye en imperio y que, después, viene la decadencia.
Por lo demás, valorar el pasado con nuestros actuales ojicos (como constantemente se viene haciendo) constituye un insalvable problema de perspectiva. Es como si un joven medio de hoy (desgraciadamente inculto por definición, el “medio”, digo) se pone a valorar una película muda, en blanco y negro y deteriorada, desde su “cabecica” de los grandes colores, los grandes sonidos, los grandes efectos de las películas/videojuegos de hoy: imposible. Hace falta una fornida “cabecica” (que afortunadamente también las hay) para “acercarse” a una correcta valoración. Y ese acercamiento sería suficiente para concluir, en última instancia, que películas (precisamente) como “El nacimiento de una nación” les dan sopas con ondas a –por ejemplo- Ágora o Avatar (y hablo de memoria, porque tampoco las he visto, ni creo que merezcan mi tiempo).
Con cariño.
Servando
D. Histórico, matíceme Vd todo lo que quiera ¡faltaría mas! De entrada no puedo medirme con Vd. en estas lides y además, sepa que yo, como en casi todo, hablo mas bien a ojo. Y con estas sigo y le replico:
ResponderEliminar1º.- Yo decía que la expulsión de los judíos no fué por prejuicios antisemitas sino políticos y parece que económicamente fué un desacierto. Pero claro hablar de que hubiera pasado de no obrar así es algo que nunca sabremos. Vd. nos apunta que Madariaga estiende que fué un desacierto pero él tampoco puede certificar que lo fuera.
2º.- Y tiene Vd. razón que no se dió una unidad política -unión personal, no real- Pero ¿qué quiere que le diga?, las patatas tampoco salen de repente, hay que plantarlas. Pues eso, plantaron las patatas.
Con afecto
(termino)
ResponderEliminar3º.- No fué una unidad real (de res) y ni por tanto política pero se creó el nexo de unión mas elemental (unidad de lengua y religión)del que saldría la patata. Un ladrillo no es un edificio pero hay que ponerlo.
En fin, como verá Vd, esto tiene tanto de investigación histórica como yo me parezco a esa patata. Ahora bien, me parece argumento de Perogrullo, que a veces, son irrefutable.
Ahora todavía mas, con todo el afecto.
Donde estará aquel nexo de unión...
ResponderEliminarAhora las lenguas proliferan como los chapignones y para encontrar una persona realmente religiosa, tienes que escarbar mucho. Siempre me ha parecido mal, muy mal, esa expulsión. Si a mi me obligaran a dejar mi casa, mi trabajo y abjurar de mi religión, no me haría ninguna gracia.
(No sé si he mandado antes otro correo, perdón si así ha sido)
El pueblo de Israel es el pueblo elegido, los demás somos gentiles. No ocurre lo mismo entre los cristianos, para los que San Pablo, el gran hereje, abrió la puerta a todos; ni entre los usulmanes, para los que cristianos y judíos somos las gentes del Libro, una especie de primos hermanos. No es que el mundo excluya a los judíos, es que ellos son exclusivos y excluyentes.
ResponderEliminarQue una sociedad tan unida y hermética, como la judaíca, ofrezca temor y recelo a los demás, no debe extrañar. Tampoco extraña que sea cuestión de tiempo el que se hagan con los resortes del poder.
¿Os habéis preguntado quién ha financiado la campaña de Obama? Porque cualquier coiudadano puede llegar en EE UU a presidente, a condición de que disponga del monton de dinero necesario para lograrlo.
Los judíos han dado en EE UU el paso que tanto han pensado en dar. ¿Quiere decir que, dueños de la Casa Blanca han de comportarse de forma antipatriótica? Seguramente no, defenderán los intereses de su país, en primer lugar porque coinciden con los suyos.
En España los judios formaban una sociedad fuerte y unida, un poder dentro del poder, y una monarquía que quería se moderna no podía tolerar eso (recordad como los católicos reyes desmocharon las fortalezas de los nobles y a sus poderes judiciales enfrentaron un poder judicial unitario y dependiente directamente del Rey: el Tribunal de la Inquisición)
Por último, en realidad sólo emigraron los pobres, los ricos y los intelectuales quedaron bajo la capa de conversos y continuaron siéndo muy influyentes pero desunidos.
Mayor pobreza intelectual supuso el exilio (exterior e interior) de los erasmistas, y, luego, de los afrancesados, y, luego, de los republicanos, y, ahora, de toda esa tercera España, que sufre y calla el aborregamiento de nuestra clase política.