Buenas noches. ¿Se puede?
La puerta de abajo estaba abierta pero… no me gusta entrar sin llamar. No me gusta llegar sin querer ser recibido, aunque me gustaría llegar siempre por sorpresa. Que el mundo nunca me esperara. Que nadie esperara nada de mí.
Hace tanto que no doy señales que ya no sé si esto sigue
funcionando...
Lo peor de volver es volver con las manos vacías.
Era la bola octava en un billar sin agujeros.
Ni si quiera podía concederme el final de la partida como último aliento de alivio: La sangre me hace vomitar. Casi tanto como perder.
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ResponderEliminarVendría a ser:
No me gusta llegar sin que quieran recibirme?
No me gusta llegar sin que (yo) quiera ser recibido?
No me gusta llegar sin querer (ser recibido)?
Mmmm...
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