lunes, 15 de febrero de 2010

Sensibles (Servando Gotor)

EFE informa: el 96,5% de los conductores españoles suspendería el examen teórico para obtener el permiso de conducir si volviera a realizarlo. Así resulta de una encuesta elaborada por el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial, la Confederación Nacional de Autoescuelas y la aseguradora Zúrich, en la que catastróficamente se concluye que a mayor antigüedad del permiso mayor olvido y desconocimiento de la normativa, de la señalización y de los principios de seguridad vial, proponiéndose para paliar semejante “problemón” un reciclaje continuo de los conductores. O sea: más cursillos.

Qué listos. Las autoescuelas, como no tienen bastante con los nuevos cursos de “sensibilización y reeducación” vial para recuperar puntos, inventan ahora un nuevo “producto”: cursitos de reciclaje, oiga (¡y dos güevos duros!). El Instituto de Tráfico y Seguridad Vial, claro, tiene que justificar su existencia y sus subvenciones públicas y privadas sirviendo, lógicamente, a los intereses de aquellos que se las proporcionan “directamente”: las administraciones públicas y las compañías aseguradoras. Entrecomillo “directamente” porque quien de verdad las paga –“indirectamente”- somos usted y yo con primas e impuestos. Y, Zúrich, je: non coment.

Miren: un examen es sólo una referencia teórica. Punto. Saber conducir es otra cosa: experiencia, oficio, y sentido común. Ningún abogado, médico o arquitecto con un buen bagaje profesional pasaría ni un examen parcial de cualquier asignatura de su licenciatura sin prepararlo previamente. Pero ni el alumno más listo, ni el profesor, ni el catedrático más avezado les aventajará en saber llevar un pleito, concluir un buen diagnóstico o diseñar un sólido edificio. ¡Y pensar que para alcalde o presidente o para regir el Instituto de Tráfico o la Confederación mentados no hace falta ni título ni examen y nadie se escandaliza!

En fin acerquémonos un poco al asunto: los centros de las ciudades están peatonalizados. Y las medidas para que no conduzcamos y que cuando conduzcamos lo hagamos con grave riesgo de sanciones administrativas son descabelladas y represoras, con límites de velocidad inversamente proporcionales a los vehículos que nos venden y las vías que también pagamos. Y todo para que nuestro fenómeno Director General de Tráfico (tampoco a él se le exige cursillo ni experiencia alguna) salga en la tele colgándose medallas porque no se ha incrementado el número de accidentes. Aquí hay gato encerrado: negocio. El primero, el de las compañías aseguradoras, empeñadas en que tengamos montones de coches, paguemos las primas, pero no los saquemos de casa. Ya impusieron unos baremos indemnizatorios para las lesiones de tráfico (menuda vergüenza); consiguieron rebajar la tasa de alcohol a 0 y hasta llevarla al código penal. Pero las primas… Yo no sé si ustedes lo recuerdan: hace algo más de una década (hablo de memoria) hubo subidas desproporcionadas de estos seguros por un supuesto aumento de siniestralidad. ¿Bajaron o se congelaron estas primas con las sucesivas restricciones que nos han venido imponiendo? Y los impuestos de circulación que pagamos por conducir en ciudades peatonalizadas y escasos aparcamientos, todos de pago, ¿bajaron alguna vez? ¡Miau!

Y qué indignada toda esta cuadrilla que anda en… “la pomada” “del frasco”. Hasta se creen lo que dicen. Si por ellos fuera, nos llevarían a todos a la cárcel, hala, trabajos forzados (“en beneficio de la comunidad”). Pero con cochecito quieto y póliza e impuesto en marcha. Cómo se reduciría entonces la siniestralidad. No digo nada si naciéramos menos y muriéramos más (ojo, que todo se andará): habría menos gente, menos siniestros y menos paro. ¿O no?

Lo peor la complicidad de tantos “periodistas” que les aplauden mezquinamente porque dependen de ellos, de los que mandan: bancos, aseguradoras, prensa y políticos. Qué bien les vendría a todos no unos cursillos sino una lección magistral de cultura y sensibilización ética y democrática. ¡Ya les vale!

(El Comarcal del Jiloca, 06/02/09)

4 comentarios:

  1. Oiga, ¿sería mucha molestia que le diera un poco a la goma de borrar quitara esa idea de que si naciéramos menos y muriéramos mas se reduciría mucho la siniestralidad en las carreteras?
    No es que me moleste pero ¿imagina que lo lee el Director General de Trafico? ¡Pa qué le quiero contar lo que ya está pensando!
    Anónima poco revolvedora

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  2. .
    Leí no hace mucho en algún lugar que lo que

    el electorado no perdona a la clase ¿política?

    no es tanto el engaño o la mentira, que afecta

    a la credibilidad.... sino ese paso más que se

    está dando en demasiados ámbitos públicos:

    la ofensa a la inteligencia, el producir supuestos

    para tontos... creo que se puede proclamar

    sin dificultad que el grado público de producciones

    no alcanza la media estadística del mínimo

    normal de inteligencia: son proclamas de

    retrasados mentales. Y no es mi pretensión

    insultar, sino calificar estos inventos.

    loqasto

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  3. Yo también estoy en esas, don Loqasto, no alcanzan la media estadística del mínimo normal de inteligencia... de ahí que sugiriera lo de la goma de borrar al Sr. Gotor. Es que igual agarran su idea e implantan el sistema sugerido para disminuir el índice de siniestralidad.
    Yo, aunque estoy en tiempo de descuento, no tengo ningunas ganas de morirme ¿sabe?
    Otra cosita, ¡qué sorpresa verle por aquí, don Loqasto! ¿un deliz?

    La Anónima poco revolvedora

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  4. .
    Nada de deliz... me he pasado a este blog

    porque el otro está imposible.

    Encantado de encontrarla por aquí.

    loqax

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