Esto de la Operación Molinos me tiene preocupada: La Muela se ha quedado desdentada y quizá termine el asunto en una trama a Gran Escala. ¿Lo han pillado? Pero sólo es un suponer.
A Bibiana Aído no le ha dado resultado ponerse en boca el fundamentalismo en la presentación de su Ley del Aborto. Ahora habla de demagogia, lo mismo cambiando de discurso arregla más la cosa. La rebelión de los cofrades penitentes portando un lazo contra su ley no le ha debido sentar bien: estos detalles del pueblo llano a veces dejan mal cuerpo. Esta semana la joven ministra ha aparecido en las pantallas despeinada y con ojos legañosos: su semblante parecía de domingo de resaca. El estreñimiento también es muy malo. Quizá, lo mismo atormentada por los capirotes, santos, cristos y velas se despierta en mitad de la noche y no vuelve a conciliar el sueño. Bibiana, tú también pasarás a la historia; pero, por favor, péinate y lávate bien la cara por las mañanas a ver si te despejas.
La que ha liado otra ministra de cuota: Carme Chacón. En el próximo acto militar, tal y como está la cosa, lo mismo desfila preñada la cabra de La Legión. Admíteme unos consejos, Carme. Estás mejor sin gafas, con lentillas; mejor sin el pelo engominado, sin los ojos remarcados de negro y sin tanto colorete en las mejillas; ese tipo de maquillaje sólo favorece a las bellezas españolas. El chaquetón de instrucción te viene grande y los trajes oscuros te dan un aspecto muy serio, casi monjil. Mujer, no preocupes tanto de la imagen. Total… para recoger las tropas y mandarlas a casa. Total para justificarse con el tema recurrente: Aznarín, Iraq y Perejil. Carme, rellena de compos orgánico los cañones y los Cascos Marte y pon los soldados a plantar flores; de vez cuando, en lugar de pasar revista haz alguna ofrenda floral a las armas y no te preocupes más de la Defensa. Desmelénate de una vez, ponte margaritas en el pelo, enfúndate un vestido ibicenco, descálzate y revisa las tropas lanzando pétalos a las armas. Un ministerio hippie sería lo tuyo: paz y amor. Eso sí que sería un bombazo.
El que parece remozado es José Bono. Lo noto un hombre nuevo desde que ha estrenado cabellera nueva. Esos implantes capilares le han devuelto vida. ¿Si le habrán crecido también las ideas? Renovarse o morir. Me da que va asesorado de su consuegro Raphael, el color del tinte también se lo ha debido dar él. Y es que de estas cosas los artistas saben un rato. El cantante empezó haciéndole la reverencia a doña Carmen Polo en el Teatro Calderón y desde entonces no ha parado. Para colmo de dicha emparentó con la aristocracia y diplomacia española por parte consorte y finalmente ha acabado intimando con los socialistas gracias también a la política matrimonial. Eso es saber renovarse y adaptarse políticamente a los tiempos. Este año, aprovechando sus 50 años en la canción, se ha reinventado a sí mismo. Aunque las pasadas Navidades yo lo encontré agotado, la voz ya no le da más que para recitar con música. Con todo, auguro que conseguirá ser Disco del Año. Últimamente en España sólo triunfan las canciones viejas: Papito, Rosarillo y este año Raphaelillo. La música en este país no se renueva.
Tengo una pregunta para usted, es un programa de televisión que busca audiencia. Dicen que te llaman a casa y que hacen una selección exhaustiva de los preguntadores. Yo sólo me apuntaría a un programa que se titulara “Tengo una colleja para usted”.
El miércoles al cine. Gran Torino. Una gran película tan dura como su protagonista, como su director, como su productor… Clint Eastwood está regio, inmenso en su papel de siempre. Clint, no te mueras y sigue haciendo películas que lo haces muy bien.
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