viernes, 6 de marzo de 2009

Cuando al fin regreses

Collares, colgantes, perlas, cadenas, cuentas, medallas. Ponte todo, por favor. Cuando, fogosa y desnuda, cabalgues sobre mi cuerpo, adorna bien tu excelso cuello. Cúbrelo de gemas, de esmeraldas y zafiros. Envuélvelo en alhajas que salten y retocen por el aire, trazando con tus senos infinitas órbitas de fuego que choquen entre sí y contra tus pechos y tus pechos contra el mío y entre ellos. Y que sus duras fresas rocen mis párpados, mi nariz, mis labios, adentrándose en mi boca hasta que, al tacto de mi lengua, se fundan calor y frío, piedra y pasión, metal y ardor. Y cuando al fin regreses, cuando estés ya de vuelta, reposa sobre mí unos segundos, que nada hay más sublime, Certeza, que tu desnuda imagen bañada en sudor, el collar hundido entre tus pechos y, abajo, más abajo, la entrañable, la lenta, la amorosa despedida de nuestros sexos.
(de El guacamayo azul)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...