domingo, 3 de octubre de 2010

OVIDIO EN TOMIS (Antonio Envid)

SGS


Hasta este apartado exilio
llega de tarde en tarde
algún viajero a informarme
de que un nuevo Cesar tiene Roma
o que los partos se han rebelado contra el Imperio.
Mas yo nada respondo.
Miro, en cambio, la desconchada tapia
frontera a mi casa
o el humilde laurel
del patio de vecindad
y me parecen hermosos.
Hoy, incluso, una muchacha
fuma negligente
con el balcón abierto
y es primavera.
No puedo aseguraros que sea feliz,
Pero tampoco me siento desgraciado

6 comentarios:

  1. Acaso se pueda estar más cerca de la felicidad, poeta.

    Apasionante su lectura, un auténtico descubrimiento en cada poema, inspirador Antonio.

    Un abrazo

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  2. Sin duda el mejor poema de Antonio Envid (a mi gusto, claro). Precisamente por su naturalidad, por su lenguaje fresco, cercano, claro, directo. Quizá en anteriores poesías había un lenguaje más engolado. No sé, es mi opinión, claro. Pero me ha gustado mucho, parece casi la traducción de un clásico latino, una buena traducción (vamos, como las de Mariano Berdusán).

    Precioso (el poema, claro). ;-)

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  3. Me ha gustado mucho. No soy partidaria de este término pero ante esta firma natural de expresarse y al mismo tirmpo tan correcta, sencilla y fluida... es raro pero creo que es elegante.

    Es lo que siento aunque no sepa expresarlo. Eres como un Séneca, no sé, ya me explicaré.

    Por cierto, ¿tiene algún tipo de rima?

    Gracias.

    Vladimira

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  4. El envidiable (y envidiado)entusiasmo de Servando me compara con las traducciones de Catulo y Propercio que hace Mariano Berdusán. Pues no exactamente, pero por ahí va. En los escasos textos, que tan avaramente nos obsequia don Mariano, es donde hay que buscar un pensamiento afín. Hay uno en este blog en que don Mariano habla de un rosal que le da una sola rosa al año y de un geranio que es más generoso y ambos parecen proporcionarle suficiente satisfacción. También Maria Jesús ha escrito algo sobre su huerto. Yo os confieso que no tengo la menor mano para las plantas, por lo que admiro las tapias y los laureles asilvestrados.
    Yo creo que la felicidad no es un estado exuberante, sino que consiste simplemente en la ausencia de infelicidad.Estos inciertos tiempos que atravesamos nos ayudarán a recobrar el sentido dichoso de lo cotidiano.

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  5. Por cierto, quiero recomendaros un libro titulado "Dios ha nacido en el exilio" de Vintila Horia. Una bella novela donde Horia relata el exilio en Tomis de Ovidio.

    María Jesús Mayoral Roche.

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