lunes, 14 de diciembre de 2009

La gran hermosura (Antonio Envid)

Los embajadores, postrados ante el Emperador, declaman: -Hemos sido comisionados por nuestra lejana República para estudiar e informar de las cosas extraordinarias de vuestro grande Imperio. Atravesando montañas y desiertos, surcando los mares, hasta nosotros llegan noticias de vuestra grandeza…..

El Gran Visir les interrumpe – Toda nuestra grandeza no es sino el reflejo de la grandeza de nuestro Emperador, en él reside la Gran Hermosura. Él es quien aprehende la belleza, la elabora y la contiene. Nosotros no hacemos sino reflejarla, por eso somos los dueños absolutos de la Gran Belleza.

Tras una reverencia, el alto funcionario continúa –Una amplia red de observadores, inspectores y seleccionadores, pagados por el Estado, cubre todo el Imperio. Su misión es detectar, examinar y seleccionar a los artistas. Solamente los mejores llegarán a la Corte. Diariamente llegan a Palacio cantores de bellas voces, músicos de fino oído y de perfecta ejecución, delicados calígrafos, pintores primorosos, bailarines que parecen flotar en el aire, escultores, ceramistas de precisas manos, tejedores, aurífices y plateros…Tras una minuciosa selección, ingresarán en la nómina de funcionarios del Estado con la misión de crear cosas bellas.

Tras este predicamento se permite a los embajadores incorporarse y continuar con su exposición. –Hemos admirado las extraordinarias obras de arte que adornan las estancias, que hemos recorrido hasta llegar a esta sala, y, al paso nos han seducido deliciosas músicas y delicadas voces. Sin embargo…, se interrumpe el embajador como si sintiese cierto embarazo por lo que va a decir; cobra ánimo y prosigue: Sin embargo nos ha llegado un rumor que nos crea una duda que no tenemos mas remedio que despejar, se dice, vamos…, se rumorea, que si una obra no agrada a su Majestad Imperial, el artista es inmediatamente ejecutado.

El Emperador, que había asistido a la audiencia con aire ausente, se revuelve en su trono y alza la voz: Oh, forasteros! Si no comprendéis esto vuestra embajada es inútil, ningún valor tendrá vuestro informe. ¿Qué importa que un músico interprete una melodía? Es sólo ruido. Solamente cuando es captada por mi oído y escuchada en mi cerebro se transforma en algo bello. Es en mi augusta cabeza donde se manifiesta la belleza. Lo mismo ocurre con la obra del pintor, del poeta, del arquitecto… Son mis ojos, mi tacto, mis sentidos quienes recogen los impulsos y en mi cabeza se transforman en ideas y objetos bellos. Es en nos donde reside La Belleza, que estos impulsos no hacen sino activarla. ¿Qué hacer con un pretendido artista incapaz de generar estas pulsaiones? Es un estorbo, que quita tiempo y espacio a mis nobles sentidos generadores de toda Hermosura que hace grande mi Imperio y felices a mis súbditos.

Los embajadores comprenden que la audiencia ha terminado y ante un pequeño gesto del chambelán se retiran. En su retorno, el chambelán les comenta –También hasta nosotros llegan algunas noticias de vuestro bárbaro mundo, y, a veces, encontramos algún espíritu exquisito. ¿No ha dicho un tal Ronsard, “Es mucho más hermoso cuanto que es inútil”?


A. Envid (agosto 06)

1 comentario:

  1. Vine hasta aquí guiado de la luz de tu estrella. Y de pronto me sentí de acuerdo contigo hasta el punto de no saber si yo era tu luz. Luego ya caí en la cuenta de que no sólo somos unanimidad y pensamiento, sino también unicidad y tinieblas.

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