Gustave Coubert: L'origine du monde (Foto: SGS)*
Mírame
No te avergüences de mi impúdica figura.
Courbet la pintó como “El origen del mundo” (*).
Fons et Origo a donde te conduce cada noche
Esa voz impertinente que tira de tu entrepierna.
El deseo, esa voz, que ahora confundido te tiene
Atrapado entre el eunuco y el voayeur.
Mírame, no ladees la cabeza y clava en mí
Tu mirada más concupiscente.
Mis piernas se han abierto para ti
Como el telón de un gran teatro
Para darte el mayor espectáculo del mundo
Y tú, privilegiado, estás en primera fila.
Tan cerca, que si quieres, puedes tocarlo.
Mírame, así.
Así, con los ojos febriles de adolescente.
Acércate más, que tu pecho late fuera de sí.
Póstrate ante él y olfatea su perfume de sal.
Te ha vencido el veneno de la hermosa flor abierta.
Pero, ahora, sacas fuerza de flaqueza
Y quieres extender tus dedos al abismo.
Mírame, así.
Así, con la boca del sediento en medio del mar.
Dibujas con placer círculos concéntricos sobre él
Y, orgullosamente, me tienes en tu red de náufrago
Que ya sólo quiere saber cuál es el sabor
Del agua de la fuente donde todo empezó.
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(*) MUSEO DE ORSAY (París): L'Origine du monde (Gustave Coubert)
El primer propietario del Origen del mundo, y obviamente su comanditario, fue el diplomático turco-egipcio Khalil-Bey (1831-1879). Figura brillante del Todo-París de los años 1860, reúne una efímera pero deslumbrante colección, dedicada a la celebración del cuerpo femenino, antes de arruinarse con sus deudas de juego. Después, se desconoce con precisión el destino del cuadro. Hasta que entró en el museo de Orsay en 1995, El Origen del mundo, que por el entonces formaba parte de la colección del psicoanalista Jacques Lacan, representa la paradoja, de una obra famosa, pero poco vista.
Courbet siguió reanudando con el desnudo femenino, a veces con una inspiración obviamente libertina. Pero con El Origen del mundo, se autoriza un atrevimiento y una franqueza que proporcionan al cuadro su poder de fascinación. La descripción casi anatómica de un sexo femenino no está matizada por ninguna artimaña histórica o literaria. Gracias a la gran virtuosidad de Courbet, al refinamiento de una gama de colores ambarina, El Origen del mundo se salva no obstante del estatuto de imagen pornográfica. La franqueza y el atrevimiento de este nuevo lenguaje no excluyen un vínculo con la tradición: de modo que la pincelada amplia y sensual, junto con la utilización del color, recuerda la pintura veneciana y, el mismo Courbet se reclamaba del Ticiano, de Veronese, de Corregio, y de la tradición de una pintura carnal y lírica.
El Origen del mundo, ahora presentado sin ninguna ocultación, reencuentra su debida plaza en la historia de la pintura moderna. Pero sin embargo, no deja de plantear, de manera turbadora, la cuestión de la mirada.
Web del MUSEO DE ORSAY (París)
Un soberbio y rotundo poema. Ahora bien ¿si no supieramos que es una mujer, Lucía, quién lo escribe, sabriamos adivinar si ha surgido de la mente de un hombre o de una mujer? Sabiéndolo, es fácil. El hombre tiene un cerebro más espermático, puede llegar a intuir, incluso asomarse al potente mundo utérico y genésico que se inicia en la vulva, pero no seremos capaces de explorar más allá de la vagina y nunca llegaremos a comprender la rotundidad de su fuerza. Sí, bien pensado, solamente una mujer es capaz de comprender su potencia "fons et origo". Como mucho nosotros podemos llegar a ser voyeurs concupiscentes.
ResponderEliminardespués me asalta otro enigma no menos filosófico ¿porqué, Servando, no has ilustrado en esta ocasión este potenete peoema con un potente chiste de Javi?
Antonio, querido, podría usted si es tan amable traducir el contenido de la sugerencia en un dialecto más sencillo?
ResponderEliminarVamos hombre para idiotas, que es en definitiva lo que me considero a su lado.
Muchas gracias, es usted un encanto, a sus pies...
Don Caín, me huelo que ha puesto en un aprieto a don Antonio. Ahí lo voy a querer ver...
ResponderEliminar... igual el blogger le adorna la explicación que haga con viñeta de Javi.
Expectante estoy...
La Conchaparis
Je, no sé, Caín, si sabré interpretar lo que expresa Antonio, pero creo que debe referirse -y que me corrija si no- a que el sexo para las mujeres es algo "entrañable", en el sentido profundo de "entrañas" mientras que para el hombre es algo más epidérmico (más superficial), digo yo.
ResponderEliminarDe hecho esa es -precisamente, según pienso- la principal diferencia entre este potente poema de Lucía y el más "suave" de Antonio. Por lo tanto, pensé que a un poema potente le hacía falta una imagen potente, ¿y qué mejor imagen que la del propio cuadro que menta el poema, siendo que, además, la fotografía es propia -en este caso mía-, como propio -original- pretende ser todo lo que colgamos aquí?
(Por cierto, en otro momento, con más tiempo contaré una pequeña anécdota sobre el momento en que saqué esa foto).
Pero, en definitiva, y volviendo al poema que es lo principal: en efecto es un poema fuerte, como también lo era el de Caín. Yo admiro esa fuerza y esa deshinbición de los poetas jóvenes, que a nos otros, Antonio -creo-, nos resulta complicada, al pertenecer a una sociedad más carca y pacata, aunque también -es cierto- más culta. En definitiva, todos somos hijos de nuestro tiempo. Pero la poesía precisa total deshinibición, creo.
Caló el chapeo, requirió la espada, miró de soslayo, fuese y no hubo nada.
ResponderEliminarServando me entiende.
¡Salud, jóvenes poetas, si menores en años mayores en prez!
Fumamos, pues, la pipa de la paz, querido Antonio y por redimido el entuerto...
ResponderEliminar(me retiro a escuchar esa jota en inglés que nos manda Caín -¿otra venganza?-. Más vale que me guste porque de lo contrario le haré escuchar una versión japonesa de una de las más conocidas jotas -¿ por qué demonios no me gusta la jota con lo que me gustan tantas músicas, digo yo?-.
Pero no porque sea mi padre necesariamente ha de ser sabio. Digo.
Estimados Caín y Vladimira, esto es lo que tienen las nuevas tecnologías, que a pesar de todos nuestros esfuerzos nos deshumanizan. En la comunicación las palabras tienen un valor relativo, es necesario ver el gesto, el tono de nuestro interlocutor para interpretarlas correctamente. Nos comunicamos más con la vista que con las palabras. Pero resulta que toda esta alta tecnología es en realidad muy rudimentaria. Os pondré unos ejemplos: yo siempre he recelado de quien no me mira cuando me habla, me pone muy nervioso y me desconcierta, los ojos para mí son más importantes que los labios; otro ejemplo, me entiendo mejor con un eeuropeo hablando un rudimientario inglés, que con un hermano sudamericano, que habla mi misma lengua, pero los que, en general, me resultan ininteligibles por su ajeno modo de pensar.
ResponderEliminarEste pequeño rifirafe me ha puesto de manifiesto algo que no sabía, que súcubo es masculino y no tiene femenino. Resulta que nuestra cultura latino-hebraíca, que ha demonizado la mujer, es tan retorcida que cuando trata de tentar al hombre es un un principio masculino (el demonio) quien lo hace pero en plan travesti. ¡qué complicados somos!
Hay una excelente película de la que no sé ni el título, ni el director, ni nada, basada en hechos reales según los cuales un embajador francés se enamoró perdidamente de una cantante de opera china, que en realidad era un espía de su gobierno. La tal cantante era un chico (sabido es que en china los papeles femeninos los hacen los jóvenes)Cuando en el juicio le preguntaron al muchacho, cómo no había descubierto el embajador que era un hombre contestó algo así como: realmente los verdderos deseos de un hombre sólo puede concocerlos otro hombre.
Un último ejemplo: Servando y yo podemos decirnos por escrito cosas gordas, porque nos conocemos personalmente y sabemos cuanta "coña" podemos soportarnos.
Me veo obligado a romper una lanza por los romanos. La cultura que ha demonizado a la mujer en ningún caso puede llamarse latino-hebraica. Convengamos en que lo apropiado sería decir judeocristiana. ¡ Y tan amigos !
EliminarHola Antonio,
ResponderEliminarEstoy parcialmente de acuerdo contigo.
Creo como tú que ver a una persona aporta un montón de información adicional y hablar con ella ni te cuento.
Sentado lo anterior, el lamentable comentario de ponerse de rodillas y abrir la boca para decir a, es eso: de mala educación y pero gusto, por mucha confianza que se tenga con alguien.
Confianza a la que, por otra parte, creo no haber dado lugar.
Verás Antonio, hablo por mí. A mí me gustan las personas que me hacen reaccionar, que me obligan a salir del caparazón. No soy tan carpetovetónica como quizás pueda parecer.
O sí, lo soy en lo que a molestar a los demás se refiere. La norma es tratar de no hacerlo y, por supuesto, saltarse la norma cuando la ocasión lo requiere.
Pero no es el caso. Yo sólo pregunté, después de buscar en el DRAE la palabra en cuestión. Entono el mea culpa por no haber sido lo bastante espabiliada como para buscar el masculino de esa palabra inexistente.
El problema no es este medio sino la falta de precaución. No le digas a alguien algo que a cualquiera -en general-, ofendería.
Por último -creo que nunca he escrito tanto ni he hablado tanto en mi vida-, a mí este medio me sirve para conoceros a vosostros sin veros las caras ni hablar.
Y...creo que veo una esencia objetiva y maravillosa.
Perdona este tostón quizá innecesario.
Salud!!!
Vladimira
Hola Vladimira:
ResponderEliminarVerás, hoy no he tenido un buen día, no me gustaría, si puedo hacer algo, si algo está en mi mano, que se tuerza aún más esta maldita jornada.
Te pido disculpas, con toda honestidad, y siendo algo egoísta, porque me gustaría tener la oportunidad en el futuro de conocer a esa persona capaz de emocionarse como sólo tú lo haces con los versos de Catulo.
Por favor, perdóname, es cierto que me he comportado como un grosero y un auténtico gilipollas, te garantizo que no volveré a importunarte con mi arrogancia, y más aún, si cabe la posibilidad de poder ofrecerte mi tiempo y mi atención, si te hicieran falta, puedes tener por seguro que serán tuyos.
Gracias por tu comprensión, un saludo...
Te comprendo. Así que si tú has mejorado mi día, yo hago lo propio contigo.
ResponderEliminarMe estás haciendo sentir como una friki con Catulo. Ratifico todo lo que he dicho en Balconcillos.
Quizá no lo comprendas porque Catulo es tu antítesis.-literaria, digo-.
salud!!
Vladimira
Oh, no! Por favor no me malinterpretes, todo lo contrario, me han resultado siempre muy inspiradoras tus aportaciones en Balconcillos.
ResponderEliminarEn cuanto a la cuestión del frikismo, si se me permite puesto que ha salido a colación, escribí una artículo hace tiempo, que me gustaría compartir contigo, con vosotros.
Un saludo
http://ysinembargo.com/uebi/2009/05/28/friki-%C2%BFparia-o-heroe-del-siglo-xxi-jon-jonenjur/
Bueno, como decía don Juan Tenorio: "son pláticas de familia, de las que nunca hice caso"
ResponderEliminarEsta pequeña familia que se está formando en el blog tendrá, como es natural, sus pequeños desencuentros, que no tienen porqué no suceder, pero tendremos la sabiduría, como la habéis tenido ambos, de resolverlas sin más.
Servando hará bien en quitar todo rastro de este leve rifirrafe y continuar.