SGS
Porque corren “malos tiempos para Orfeo y su lira”, porque “malo es todo pero la necedad intolerable” y “los más ven y oyen con ojos y oídos prestados”, PROCLAMO que cuando para informarte tienes que leer dos periódicos opuestos porque no existen otros y se ignora el pudor; cuando apenas quedan periodistas sino putas repugnantes (sin perdón para las putas) porque ya no queda oficio sino sólo beneficio; cuando no hay sindicatos sino vagos sinvergüenzas liberados y subvencionados; cuando quienes cuentan nuestras cuentas nos cuentan cuentos o corruptos cooperantes o estériles trovadores degeneran en serviles pregoneros, contando cuentas de canon y prebenda sin gracia ni en-canto (que “no hay cuenta sin cuento ni cuento sin cuenta”); cuando del árbol se maltratan las raíces sujetando el tronco en las ajenas; cuando los libros de Historia te cuentan manipuladoras farsas en vez de Historia; cuando la multinacional campa libre de impuestos y cargada de subvenciones y al humilde autónomo se le trata de asqueroso capitalista; cuando no cuentan las mayorías sino chirriantes bisagras; cuando el ciudadano soporta y mantiene hasta cinco administraciones; cuando el cine ya no es cine y la literatura no existe; cuando el arte no surge sino que se encarga; cuando el amor ya no es eterno y el único vínculo infinito que queda es el contrato de permanencia del móvil (pues “aquí se vende el que compra”); cuando los supuestos defensores del consumidor consiguen que acabemos por hablar “con” un teléfono en vez de hablar “por” teléfono y que una máquina que nos estafa nos dé las gracias (“dichosos los que habitan en las ciudades grandes”, pues hallarán de todo menos felicidad); cuando sobran campus y catedráticos y te sientes rodeado de absurdos doctores y licenciados; cuando el presidente de un club de fútbol parece el presidente de un comité de sabios y el de un comité de sabios el presidente de un club (“honra y doblones no caben en un saco”); cuando Sevilla sólo salta a la calle si desciende el Betis y España si gana un mundial; cuando los macarras campan y se forran haciendo el cabrón en televisión para ejemplo y escarnio de la inmadura plebe que vota; cuando un juez se salta la ley y el pueblo idiota le aplaude (“mal señal cuando mis cosas agradan a todos”); cuando el gobierno, atento al “cargo sin carga”, neutraliza BOE, parlamento y judicatura, cuando cede al chantaje criminal mientras amordaza y esclaviza al ciudadano; cuando en las cárceles hay homicidas que sólo mataron una vez y morirán con la conciencia destrozada mientras al asesino en serie terrorista y amoral lo sueltan si dice arrepentirse; cuando en la calle se pavonean ladrones de guante blanco, guapos que se creen guapos, listos que se creen listos, feos que se creen guapos, tontos que se creen listos, y feos, bajos y tontos que se creen guapos, altos y listos y aspiran a la gloria, porque “yendo uno en litera ya es sabio”; cuando el sistema nos tiene controlados, maniatados y escaneados, fichados, grabados y fotografiados y al tiempo nos vende, somete y castiga con una ley protectora de datos; cuando todo el mundo anda “lleno de vacío” y la corrupción se enquista y sistematiza, sabiendo “que jamás hemos de vernos libres de monstruos ni de fieras, que toda la vida ha de ser arma”, cuando todo nos lo prohíben porque están amargados –pues “si no beben, ¿cómo viven?”- y cuando, en fin, si no contribuyes a todo esto te tachan de inmoral… pintan bastos y obran barricadas.
Así que en marcha. Y, mientras, si alguien atisba otro remedio, grite. Y que “Vargas lo averigüe”.
Así que en marcha. Y, mientras, si alguien atisba otro remedio, grite. Y que “Vargas lo averigüe”.
(Los entrecomillados, de “El Criticón” de Gracián, en aquellos tiempos en que se perdió mucho pero aun quedó lo poco que ahora dilapidamos).
Esto si que es castizo, entronca con la mejor prosa de nuestos Quevedo, Gracían, Larra. Excelente.
ResponderEliminar“que jamás hemos de vernos libres de monstruos ni de fieras, que toda la vida ha de ser arma"
ResponderEliminarpura inspiración
Lo he leído del tirón, que es mucho decir. Y después me he preguntado: ¿Y si además eres un gitano rumano que vive en Francia?
ResponderEliminarAh!!! entonces todo ese sistema que se empeña en hacerte visible, que te significa, que te acorrala, que te ahoga en tus propios datos...
cuando toda esa maquinaria se empeña en anularte, en no dejar rastro de tu existencia...
¿se convierte uno en invisible?
Sólo es un pensamiento.
Vladimira