domingo, 26 de septiembre de 2010

ULISES EN ÍTACA (Antonio Envid)

SGS


Esta noche también Ulises llega tarde.
Las últimas callejas, con paso vacilante,
recorre demorado.
Otra vez hallará la puerta atrancada
y la tapia saltará como otras noches.
Cada vez más torpe, los años no perdonan.


Un ladrido hostil.
Un breve rumor…
Silencio.


Con jadeo de borracho, tropezando, hasta el lecho llega,
para encontrarlo vacío, como siempre.
Su esposa hace tiempo que duerme en otra estancia.


Febril entre las sábanas, sin sueño, se revuelve
-su mujer le es hostil y para su hijo, un extraño-
¡Hay de aquél que abandona su lugar,
hasta entre los suyos será un peregrino!


Sale al huerto y bajo la maternal higuera,
que lo acogiera en su infancia tantas veces,
contemplando la desconchada tapia,
al claro lunar, al poco tiempo ronca.

Antonio Envid

2 comentarios:

  1. Esta es una confesión de culpa.
    Como otros muchos antepuse mi trabajo a mi familia,
    aunque tuve la suerte de que mi entorno familiar no se desmoronó.
    En los próximos años habrá muchos Ulises femeninos,
    deberían las actuales madres no rebasar Escilia y Caribdis.

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  2. Hermoso poema, no cabe duda. Los poemas son buenos cuando sintetizan una un pensamiento transcendente. Este poema lo sintetiza bien.

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